Siria, cuya última medalla olímpica data de los Juegos Olímpicos de Atenas-2004, cuenta con una delegación bastante reducida pero con ganas de explotar su nivel en estos Juegos Olímpicos de Tokio (23 de julio – 8 de agosto), a pesar de las limitaciones ligadas a la pandemia y a los años de guerra en el país.
Desde su primera participación olímpica en 1948, en Londres, Siria ha ganado tres medallas y cuenta con un oro gracias a la heptatleta Ghada Shouaa, campeona en Atlanta en 1996.
Seis deportistas sirios, cinco hombres y una mujer, se han desplazado hasta Japón. La delegación está formada por Majd Eddin Ghazal (atletismo/salto alto), Maan Asaad (halterofilia), Ahmad Hamcho (Equitación/salto de obstáculos), Ayman Kelzieh (natación), Mohamad Maso(triatlón) y Hend Zaza (tenis de mesa), que con solo 12 años es la atleta más joven de todos los países reunidos en Tokio.
El presidente del Comité Olímpico Sirio y exnadador, Firas Moualla, espera buenos resultados, a pesar de las dificultades de entrenamiento en comparación a la preparación para los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Los deportistas «se han visto muy afectados por el coronavirus, en particular el campeón del salto alto Majd Eddin Ghazal, que no ha participado en ninguna competición internacional desde hace dos años», lamenta Moualla.
«Somos optimistas con Maan Asaad, ya que los preparativos han sido buenos. Maan Asaad y Majd Ghazal son los más capacitados» para conseguir éxitos en sus competiciones, añadió. «Esperamos que Maan gane una medalla».
– Confiado a pesar de todo –
Pero el halterófilo de 27 años sigue sufriendo dolores en un hombro desde su participación el año pasado en los Campeonatos de Asia en Uzbekistán.
«Después del campeonato (…) comencé a tener dolor en el hombro, pero espero seguir adelante», afirmó el atleta, que participa por segunda vez en una cita olímpica desde la edición de 2016, en Rio.
Evitando desanimarse, él se somete cada día a un entrenamiento estricto y «completo» con su hermano y entrenador, Qais.
Con una medalla de bronce en su palmarés, ganada en los Mundiales de atletismo de 2017, Majd Ghazal parece menos optimista.
Durante años se había entrenado bajo la dirección de Imad Sarraj, a quien considera uno de los mejores entrenadores de Siria. Sin embargo, se trasladó a Omán en 2017 para dirigir a la selección nacional.
«Hace cuatro años que no hemos encontrado una solución a este problema», lamenta el atleta de 34 años. «Tengo confianza en Imad Sarraj (…) Tratamos de tenerlo con nosotros en Tokio», añade.
Al no haber participado en ningún campeonato en el extranjero desde 2019, el especialista en salto alto se cree incapaz de autoevaluar su nivel de rendimiento actual.
«Mi preparación para los Juegos Olímpicos de Rio fue mejor», reconoce el saltador que quedó decimoquinto en 2016.
Pero él se niega a bajar los brazos. «En Tokio será la cuarta vez que participaré en unos Juegos Olímpicos y soy optimista», asegura. «Nada es imposible si se dan las condiciones para ganar», quiere creer.