La cuñada del presidente peruano Pedro Castillo, Yenifer Paredes, fue cambiada de cárcel este miércoles, tres días después de que un juez la mandara a prisión preventiva por 30 meses, acusada de integrar una supuesta red de corrupción dirigida por el mandatario.
Paredes, de 26 años, fue trasladada al penal de mujeres de Chorrillos, en el sur de Lima, tras permanecer desde el domingo en la cárcel Ancón II, en el norte de la capital. Fue detenida el 10 de agosto y al comienzo estuvo recluida en un cuartel policial.
Una enorme comitiva de autos policiales y de prensa siguió al furgón cerrado de color blanco, del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), que transportó a la cuñada de Castillo desde un extremo al otro de la ciudad, en horas de la tarde.
El INPE confirmó en un tuit que Paredes fue enviada al presidio «Anexo Mujeres Chorrillos», el mismo penal donde estuvo 16 meses en prisión preventiva la excandidata presidencial Keiko Fujimori, hija del exmandatario Alberto Fujimori.
El coinculpado de Paredes, el alcalde José Medina, también fue trasladado de penal este miércoles, desde Ancón I a Ancón II, ambos situados en el mismo distrito del norte de Lima.
Paredes y el alcalde están acusados de formar parte de una red de corrupción que concedía contratos de obras públicas y de lavado de activos, dirigida por Castillo, según la fiscalía.
La cuñada podría enfrentar una condena de 23 años, de acuerdo a la fiscalía.
Medina es alcalde del pueblo de Anguía, situado en la norteña Cajamarca, región de donde es oriunda la familia de Castillo.
La fiscalía dice que la cuñada y el alcalde estaban coludidos para ofrecer y adjudicar irregularmente obras de saneamiento.
Castillo, que defiende su inocencia y la de su familia, enfrenta seis investigaciones de la fiscalía, un hecho inédito para un presidente en ejercicio en Perú.
Sin embargo, no puede ser llevado a juicio porque tiene inmunidad hasta el fin de su mandato, en julio de 2026.
AFP.