El cuerpo suele dar señales de alarma que son pasadas por alto. Y tras un año y siete meses de pandemia, más de uno habrá ignorado las sutiles alertas de un organismo cansado.
Desde la Asociación Argentina de Counselors compartieron algunas herramientas que pueden ser útiles para reconocer el cansancio antes de que se convierta en algo demasiado nocivo para la salud.
Es que esta emergencia sanitaria global impuso cambios en la vida cotidiana que, muy probablemente, puso a las personas de cara con un fuerte cansancio relacionado con trabajar demasiado, sentirse estresados, convivir con la sensación de incertidumbre diaria o sentir que se perdió el control de muchas situaciones.
Diez estrategias que pueden ayudar a activar el cambio de agotamiento mental
1- Dar lugar al cansancio: Prestar atención a cómo nos sentimos y detectar señales, reconocerlos. Esto puede ser de ayuda para buscar las acciones o herramientas que nos ayuden a cambiar esta situación.
2- Reconocer los límites personales: Tener presente que todas las personas tenemos límites. Necesitamos decir que no a ciertas situaciones para contar con tiempo para nosotras/os. Limitar los tiempos de cada actividad y darle un lugar al ocio y el descanso.
3- Repensar nuestros tiempos: Junto al replanteo de los límites, re planificar los tiempos que destinamos a cada una de las acciones o situaciones que nos generan bienestar. Disponer de un espacio mayor para actividades que nos resultan valiosas y nos generan bienestar.
4- El ocio como aliado: Muchas veces podemos pensar que el ocio es una pérdida de tiempo, pero el esparcimiento programado puede ser un aire fresco para nuestro día a día.
5- Prestar atención a los pensamientos: “Escuchar” lo que pensamos y revisar si estos pensamientos nos están siendo de ayuda o nos generan malestar. Darles lugar nos puede ayudar para detectar:
6- Conectar con otras personas: De la manera que sea posible en este momento (virtual / presencial). Darnos momentos de conexión con otras personas, aquellas que nos hacen bien, y generar un espacio de diálogo, esparcimiento.
7- Seleccionar la información que incorporamos a diario: Darle más lugar a las informaciones que nos generen bienestar. Está muy bien estar informadas/os sobre lo que sucede pero muchas veces corremos el riesgo de sobre informarnos y esto último puede generar malestar, incomodidad, angustia.
8- Cuidar de vos misma/o: Cuidarte. Dentro de este punto podemos sumar varias acciones como por ejemplo:
– Libera un espacio en tu agenda para conectar con otros.
– Conectar con el sentido del humor, realizar actividades que levanten el ánimo y te recarguen de energía.
– Generar algún momento de relajación.
– Llevar una buena alimentación y una rutina de ejercicios.
– Reconectar con hobbies o actividades que te generan satisfacción.
– Tener presente tus fortalezas para ponerlas en práctica en los momentos que necesitas.
9- Ejercitar vivir en el presente: Conectar con el hoy. Evitar conectar con preocupaciones futuras que están fuera de nuestro accionar.
10- Ejercitar la gratitud, hacerla un hábito: Aunque pasamos momentos difíciles es posible encontrar situaciones o cosas por las cuales agradecer. Podemos comenzar con aquellas simples como tener alimentos, hablar con una persona querida, tener una cama donde descansar, etc.
Nota de INFOBAE