Turquía vetó el acceso al Bósforo y al estrecho de los Dardanelos a todas las naves militares, informó el ministro de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu.
«Hemos advertido a los países ribereños o no, que no permitan el paso de buques de guerra por el mar Negro. (…) Estamos aplicando las disposiciones de la Convención de Montreux», que confía a Ankara la gestión del acceso a estas dos vías marítimas desde 1936, dijo el ministro.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, precisó justo antes la posición de Turquía, miembro de la OTAN: «No abandonar ni a Rusia ni a Ucrania», y tampoco «ceder sobre los intereses nacionales» de Turquía.
«Hemos decidido usar la Convención de Montreux para impedir una escalada de la crisis», justificó el jefe de Estado turco tras la reunión de su gabinete.
El primer día del conflicto, Ucrania había pedido a Turquía, su aliado, que impidiera el acceso de navíos rusos. Ankara rechazó hacerlo en su momento.
La Convención de Montreux garantiza la libre circulación en esas dos vías, pero en el artículo 19 estipula que Turquía puede bloquear a los buques de guerra en caso de que haya un conflicto, y sobre todo si la propia Turquía se considera amenazada, salvo que estos buques tengan que regresar a su puerto-base.
El texto se aplica no solo a los beligerantes, sino a todo el mundo, recordó el ministro.
«Rusia nos preguntó si aplicaríamos el Convenio de Montreux en caso de necesidad: les dijimos que lo aplicaríamos palabra por palabra», añadió.
Turquía ha condenado varias veces la invasión «inaceptable» de Ucrania. Por un lado, ha vendido drones de combate a Ucrania, su aliado, y por otro, depende de Rusia para el suministro de gas y cereales.
AFP.