En medio de los enfrentamientos entre grupos ilegales en la región del Catatumbo, Norte de Santander, 34 miembros del Frente 33 de las disidencias de las Farc se entregaron al Ejército Nacional, optando por someterse a la justicia.
Según el testimonio de un excombatiente difundido por Caracol Radio, las tensiones en el Catatumbo surgieron por la disputa de territorios vinculados a estas economías ilícitas. “El conflicto comenzó por el tema de la plata y el territorio. Mucha coca y minería en este sector”, afirmó el guerrillero.
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El Catatumbo es conocido como un enclave clave para el cultivo de coca y la producción de drogas, lo que lo convierte en un foco de confrontación entre distintos actores armados, incluido el ELN. Los recientes combates en zonas como Las Mercedes han intensificado la violencia, llevando a más integrantes de grupos ilegales a optar por la desmovilización.
El 21 de enero, 14 personas se entregaron voluntariamente al Ejército. Al día siguiente, ocho más, provenientes de la vereda La Azulita, en el municipio de El Tarra, también decidieron desmovilizarse, entre ellos cuatro hombres, dos mujeres y dos menores de edad. Además, otras cinco personas se entregaron posteriormente, aunque no se especificaron los detalles de su procedencia.
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Uno de los excombatientes relató que el grupo llegó caminando a un punto de encuentro previamente coordinado con las tropas. En un mensaje dirigido a quienes aún permanecen en armas, instó a buscar una salida similar: “Que busquen la solución y que vengan, aquí les respetan la vida”.
Fuentes judiciales citadas por Caracol Radio indican que estas entregas reflejan un fenómeno creciente, ya que más personas intentan escapar de la violencia que domina el territorio.