Faltando apenas cuatro meses para las elecciones en Estados Unidos, las campañas de republicanos y demócratas no dejan por fuera sus políticas hacia el hemisferio occidental y se debaten entre quién es más eficiente y capaz para liderar los intereses estadounidenses en la región.
El presidente republicano Donald Trump busca asegurar un segundo mandato y expandir su estrategia, mientras que el exvicepresidente demócrata Joe Biden intenta regresar a la Casa Blanca con algunas de las políticas de Barack Obama como bandera.
La Voz de América conversó con los voceros en español de ambas campañas y consultó las visiones sobre la política exterior de ambos candidatos.
Venezuela: «una prioridad»
Tanto Trump como Biden creen que el pueblo venezolano “debe recuperar su democracia” y que Estados Unidos debe liderar esa lucha. Concuerdan en que el presidente en disputa Nicolás Maduro es un “dictador”, y apoyan ampliamente a Juan Guaidó como presidente encargado.
Para ambos, Estados Unidos debe utilizar todas las herramientas diplomáticas para presionar la salida de Maduro y conducir al país hacia elecciones libres y justas.
La diferencia entre ambas propuestas está en cómo lograrlo.
Trump sostiene su política de «máxima presión» contra Maduro, mientras que Biden apuesta por un “balance” entre sanciones y “empoderamiento” de los venezolanos.
La política de Obama y Biden sobre Cuba es el ejemplo que ofrece la campaña demócrata para explicar su estrategia.
Según Luisana Pérez, vocera del partido demócrata, las sanciones más fuertes y el embargo no fueron medidas efectivas y, al contrario, el “empoderamiento del pueblo cubano”, asegura, fue el camino para encontrar la vía democrática.
En 2014, la administración Obama puso en marcha la reapertura diplomática y económica con la isla, algo que Trump deshizo en 2017. Los republicanos consideran que bajo un mandato demócrata podría ocurrir lo mismo con Venezuela.
Ambos candidatos concuerdan en que una coalición regional es indispensable para generar un cambio en el país sudamericano.
John Pence, asesor y portavoz de la campaña de reelección de Trump comentó a la VOA que a través del liderazgo del presidente Trump se creó una coalición mundial para apoyar a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y para presionar a Nicolás Maduro.
“América Latina merece cuatro años más, porque el presidente Trump está con los que quieren la libertad y la democracia. El partido republicano es el partido de la libertad”, expresó Pence.
Por su parte, los demócratas notan “inconsistente” la estrategia de Trump. “Su pelea con algunos de los aliados le ha dado a la región incertidumbre sobre el tema venezolano», dijo Pérez.
El vocero republicano resaltó el apoyo financiero, durante la administración Trump, a países en Sudamérica, para atender las necesidades de millones de migrantes y refugiados venezolanos.
Su contraparte demócrata aseguró que esa también sería una tarea de Biden, y diferenció a los candidatos por su disposición de otorgar el Estado de Protección Temporal (TPS por siglas en inglés) a los venezolanos en Estados Unidos. «Biden se comprometió que una vez esté en la oficina, él va a firmar el TPS para los venezolanos».
Pence considera que la administración Trump «está trabajando por una solución que tiene que ver con la capacidad de los venezolanos de regresar a una Venezuela libre», y dijo que prefiere no «desestimar lo que está pensando» la Casa Blanca sobre ese tema.
Centroamérica y la migración
Mientras el presidente Trump se asigna el crédito por disminuir la migración procedente del Triángulo Norte, a través de acuerdos con esos países para frenar la salida de inmigrantes, y la ampliación de un muro en la frontera, Biden considera «humanizar» el proceso migratorio a través de la defensa del «derecho legal a solicitar asilo».
Trump puso en marcha el Protocolo de Protección de Inmigrantes, mejor conocido como «Permanecer en México», a través de un acuerdo binacional para que los migrantes esperen en el país vecino mientras se procesan sus casos de asilo. El protocolo se mantiene en marcha.
Biden promete revertir esa política, que considera «desastrosa». La vocera demócrata dijo que el candidato «quiere encargarse de que el proceso de asilo continúe y que las personas puedan obtener ese estatus en Estados Unidos, si presentan pruebas de que están siendo perseguidos en sus países».
Pence aseguró que la visión de Trump es la seguridad de las comunidades a través de la aplicación de la ley y el resguardo fronterizo.
Bajo la frase «los estadounidenses primero», Trump apuesta por una reforma migratoria que priorice a los estadounidenses sobre los extranjeros, a través de una transición a la migración basada en méritos. Biden, por otro lado, apuesta por un sistema en el que se considere a los inmigrantes como parte «clave» de la economía del país y que sean «bienvenidos en las comunidades».
Acuerdos económicos
Trump resalta como un logro de su administración la negociación y firma del Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá, como reemplazo de NAFTA, y la creación del programa «América Crece» que busca «catalizar la inversión en el sector privado y la infraestructura en América Latina y el Caribe».
Por su parte, Biden promete una estrategia integral de cuatro años para Centroamérica que incluye destinar 4.000 millones de dólares para abordar los factores que impulsan la migración y promover la inversión privada. Además considera que los fondos de ayuda internacional que ofrece Estados Unidos son «insuficientes».
Trump suspendió y reactivó los fondos a los países centroamericanos, en 2019, durante una disputa sobre la responsabilidad de esos gobiernos de detener a sus ciudadanos a viajar hacia Estados Unidos.
Recientemente, el Departamento de Estado anunció el aporte de 252 millones de asistencia adicional a El Salvador, Guatemala y Honduras para contribuir a reducir las causas de la inmigración ilegal al país.