Las autoridades sanitarias chinas explicaron que aquellas localidades en las que no se hayan registrado casos de COVID-19, deberán llevar a cabo igualmente campañas rutinarias de pruebas PCR, según informaron medios locales.
Ya desde los rebrotes registrados en la primavera boreal, los habitantes de las principales ciudades chinas, independientemente de que se hayan detectado casos o no, han de someterse a varias pruebas PCR semanales para poder ingresar a lugares públicos.
En tiendas, parques, centros comerciales y otros recintos exigen una prueba PCR negativa realizada en las 72 horas previas -u otro plazo específico- y el escaneo de un código QR que deja registro de la visita.
En las calles de ciudades como Beijing o Shanghái existen miles de puestos provisionales para realizar pruebas gratuitas de ácido nucleico a los residentes.
Pero según anunciaron representantes de la Comisión Nacional de Sanidad, este sistema se extenderá a otras ciudades donde no se hayan registrado rebrotes para “monitorear” y “alertar de contagios rápidamente”.
La noticia fue recibida con polémica en las redes sociales chinas debido a que el pasado junio las autoridades explicaron que las campañas rutinarias de pruebas PCR no deberían efectuarse en lugares en los que no se hubiesen detectado rebrotes.
Con información de Infobae.