Coca-Cola, uno de los patrocinadores principales de la Eurocopa de fútbol, que se disputa esta semana, tuvo una pérdida de capitalización bursátil de 3.967 millones de dólares, luego de que el jugador Cristiano Ronaldo rechazara la bebida por agua.
La escena fue la siguiente: el jugador luso se sienta, mirando de reojo las dos botellas. Se acerca a la mesa, se echa hacia atrás en la silla como cogiendo impulso y entonces se decide. Coge los dos refrescos con cierto desdén y los retira de primer plano. A continuación muestra una botella de agua (sin etiqueta, es decir, sin marca) y remata: “Agua, no Coca-Cola…”. Puede parecer algo anecdótico, pero su impacto es notable.
Esto ocurrió la tarde del pasado lunes en Budapest, casi coincidiendo con la apertura de la sesión en Wall Street, donde cotiza la compañía. El vídeo no se viralizó hasta horas después, aunque el fuerte retroceso y la fluctuación se produjo desde el inicio, por lo que podrían interferir otros factores —por ejemplo este lunes era la fecha marcada para los accionistas con derecho a recibir el dividendo, que se pagará el 1 de julio—. El Dow Jones perdió en la jornada un 0,25%, en rojo también aunque con menor intensidad.
Sea como fuere, Coca-Cola pasó de tener un valor similar al de cierre del viernes (56,16 dólares por acción) a caer hasta los 55,24 dólares, un retroceso del 1,6%.
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