El número uno del tenis mundial, Novak Djokovic, admitió «errores» en sus documentos de viaje y en su comportamiento después de dar positivo al covid-19, mientras lucha por permanecer en Australia para disputar un nuevo título de Grand Slam.
El serbio aseguró que sus asesores presentaron información nueva al gobierno australiano, que analiza si vuelve a cancelar su visa y lo deporta o le permite disputar el Open de Australia.
«Vivimos tiempos difíciles con una pandemia mundial y a veces ocurren estos errores», declaró el tenista de 34 años, que no está vacunado, en una declaración en su cuenta de Instagram, divulgada mientras se entrenaba para el torneo en Melbourne.
El atleta serbio llegó la semana pasada a Australia con una exención médica otorgada por los organizadores del torneo porque dio positivo al covid-19 el 16 de diciembre.
Agentes fronterizos anularon la visa al entender que una infección reciente no eximía de la obligación de estar vacunado y lo enviaron a un centro de detención de migrantes en Melbourne.
Pero su equipo de abogados logró que un juez revirtiera la decisión el lunes por un error de procedimiento durante su interrogatorio en el aeropuerto de Melbourne.
Con ello, el ministro australiano de Inmigración, Alex Hawke, deberá decidir si vuelve a cancelar la visa al emerger nuevas dudas.
Un portavoz reconoció a medios australianos que el departamento estaba recibiendo «extensa documentación» de los abogados del jugador. «Naturalmente, esto afectará al plazo para (tomar) la decisión», indicó.
– Errores –
En su comunicado público, el nueve veces ganador del Open de Australia calificó como «desinformación» las versiones que han circulado sobre sus apariciones públicas en Serbia después de la prueba de covid-19.
El jugador dijo que dio positivo al covid-19 en una prueba PCR tomada el 16 de diciembre. Ese mismo día apareció sin mascarilla en el lanzamiento de unas estampillas con su imagen y, un día después, en un evento para tenistas jóvenes en Belgrado, también sin cubrebocas.
Pero Djokovic señaló que no recibió el resultado positivo de la prueba PCR hasta el 17 de diciembre, después del evento con jóvenes.
Según su versión, se realizó una prueba rápida de antígenos rápido ambos días y dio negativo. Para más precaución, se sometió a una PCR el 16 de diciembre.
Pero el tenista admitió que acudió a una entrevista y toma de fotos con el diario deportivo francés L’Equipe el 18 de diciembre.
«Me sentí obligado a realizar la entrevista con L’Equipe porque no quería quedar mal con el periodista, pero me cuidé de mantener el distanciamiento social y usé mascarilla, salvo cuando me tomaron la fotografía», indicó.
«Al reflexionar, esto fue un error de criterio y acepto que debí reprogramar este compromiso», indicó.
También reconoció un error en la declaración de viaje presentada a la migración australiana, en la cual marcó la casilla que indicaba que no había viajado 14 días antes del vuelo a Melbourne.
Sin embargo, en redes sociales y medios de prensa se reveló que viajó de Serbia a España en ese período.
«Sobre la cuestión de mi declaración de viaje, ésta fue presentada por mi equipo de apoyo en mi nombre –como dije a los funcionarios de migración a mi llegada– y mi agente se disculpa sinceramente por el error administrativo al marcar la casilla incorrecta sobre mis viajes previos antes de venir a Australia» aclaró.
En un nuevo giro, los medios australianos se hacían eco de una información del medio alemán Der Spiegel que siembra dudas sobre el positivo de Djokovic.
El semanario asegura que escanearon el código QR de la prueba PCR del tenista y que salió resultado negativo. Una hora después, volvieron a probarlo y ya dio positivo. La información del Der Spiegel no fue posible de verificar independientemente.
El abogado migratorio Christopher Levingston señaló que el gobierno podía cancelar la visa de Djokovic por motivos criminales, por ejemplo, debido a la imprecisión en la declaración de viaje.
Pero el ministro de Inmigración también podría anular la visa por motivos más amplios, alegando que Djokovic evadió los requerimientos sanitarios de Serbia cuando se enteró de su contagio, o por incumplir las normas de salud pública de Australia, según Levingston.
El serbio no ha sido el único deportista en esta situación. La tenista checa Renata Voracova se vio obligada a volver a su país tras la cancelación de su visado y su retención en el mismo centro donde estuvo Djokovic.
La asociación de tenis femenino WTA arremetió contra las «lamentables» dificultades experimentadas por la jugadora y defendió que esta «no había hecho nada malo».