A más de un año del accidente aéreo que cobró la vida del basquetbolista de la NBA, Kobe Bryant, y de su segunda hija, Gianna Bryant, los investigadores encargados de esclarecer el siniestro presentaron las conclusiones de su informe.
Los expertos aseguraron, ante autoridades de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB, por sus siglas en inglés), que el suceso fue ocasionado por un error humano.
Según los especialistas, Ara Zobayan, el capitán del Sikorsky S-76 en el que viajaban Bryant, su hija y otras siete personas, fue negligente al continuar el vuelo, a pesar de las condiciones meteorológicas adversas.
“Este clima poco propicio no apareció de repente para el piloto”, dijo Bill English, investigador principal del caso. De acuerdo con él, Zobayan y sus pasajeros se estrellaron a tan sólo unos minutos de un aeropuerto que no era el de destino, pero que les hubiese permitido aterrizar de forma segura.
Las pesquisas revelaron que, en su intento por seguir adelante, el aviador intentó volar hacia las nubes para quedar por encima de ellas. Tal acción no sólo supuso una violación de las reglas federales, sino que terminó por desorientarlo.
Los expertos también aseguraron que no hay indicios que sugieran un fallo significativo en el motor o algún otro problema mecánico. Esa afirmación refuerza la teoría de que fue un error del piloto el que ocasionó la tragedia.