Los venezolanos Antonio Díaz, de 41 años, y Daniel Dhers, de 36, coleccionaron múltiples éxitos en más de dos décadas en el deporte, llegando a ser números uno en sus disciplinas. Los Juegos Olímpicos, sin embargo, habían sido imposibles… hasta ahora.
Todo cambió cuando el karate y el estilo libre del BMX entraron en el calendario de Tokio-2020, lo que por fin le dio a estos atletas la oportunidad de aspirar a una medalla olímpica, que sería el mejor cierre imaginable para sus carreras. Aunque hace tiempo dejaron de ser unos «chamos», como le dicen a los jóvenes en Venezuela, tienen la ocasión de brillar más fuerte que nunca.
Como abreboca, ambos ganaron oro en los Juegos Panamericanos de Lima-2019.
«¿Y qué hubiese pasado?»
«Creo firmemente que tengo nivel y posibilidades de estar luchando por el podio», dijo Antonio Díaz a la AFP en el dojo que tiene en su natal Caracas, donde cuelga un retrato del japonés Yoshimi Inoue, fallecido maestro que le llevó a ser campeón mundial.
Ocho veces medallista en los Campeonatos Mundiales de Kárate, con preseas doradas en 2010 y 2012, Díaz pensaba en el retiro cuando se enteró.
Tokio-2020 había dado espacio a su deporte en las modalidades de kumite, en la que los deportistas intercambian golpes por puntos en combate, y kata, su especialidad, en la que no compiten cuerpo a cuerpo, sino que marcan movimientos evaluados por técnica, velocidad y potencia.
Y Díaz decidió seguir adelante.
«Me proyecté (…). Voy a estar sentado frente a un televisor (viendo los Juegos Olímpicos) y voy a estar preguntándome: ¿y qué hubiese pasado si lo hubiese intentado?. Ahí dije: Lo voy a hacer», relató este hombre de voz calmada.
Consciente de que el tiempo no perdona, Díaz hizo énfasis en la preparación física, mientras lucha contra una lesión de meniscos en la rodilla derecha.
«Cuando tienes tantos años entrenando, la parte técnica es un punto fuerte (…), pero hay que acompañarla de una preparación atlética, sobre todo cuando tienes competidores mucho más jóvenes que están en plenitud de condiciones», expresó.
Díaz encontrará en Tokio a rivales con perfil similar a él como el español Damián Quintero, de 36 años, pero también a adversarios sensiblemente más jóvenes como el japonés Rio Kiyuna, de 30, o el turco Ali Sofouglu, de 26.
«Queda gasolina»
«No sé qué va a pasar en Tokio. Yo, simplemente, hice mi tarea», comentó Dhers a la AFP después de garantizar su cupo olímpico.
Tal como Díaz, la perspectiva de estar en los Juegos Olímpicos por primera vez le hizo posponer planes de retiro.
Cinco veces campeón de los X-Games (2007, 2008, 2010, 2011 y 2013), Dhers lanza una advertencia después de más de 20 años haciendo piruetas aéreas sobre una bicicleta: «Queda gasolina».
«Tengo ciertas dificultades que los chamos nuevos, no. ¿Sabes? Ellos duermen tres horas y van y pedalean como si nada. Yo tengo que dormir mis ocho horas, tengo que cuidarme más, pero tengo la experiencia que ellos no tienen».
Su experiencia en los Juegos Panamericanos le motivó.
Sufrió una caída, pero pudo recuperarse y subió al tope del podio tras una rutina que incluyó un giro de 720 grados. Y lo hizo frente a un joven prodigio, el estadounidense Justin Dowell, 15 años menor que él.
Con información de AFP.