Algunos dirigentes de las escuderías de Fórmula 1 han expresado ya su preocupación por las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania, que ha provocado una crisis energética y una inflación de precios, cuando los equipos están sometidos a un techo de gastos.
«Creo que es un problema real, porque estamos viendo ya una inflación extremadamente alta», declaró este viernes el patrón de Red Bull Christian Horner (Red Bull) en una conferencia de prensa durante los entrenamientos de pretemporada en Baréin.
«Ya vemos las consecuencias en los precios del transporte aéreo de mercancías», añadió.
«Considero que es un problema muy serio que tenemos que estudiar y al que tenemos que responder, porque esto tiene un impacto en el empleo y en las condiciones de vida de las personas. Pienso que es deber del regulador (del campeonato) pronunciarse con urgencia para asegurar que se ponga en práctica una solución», insistió.
Ferviente defensor del límite presupuestario instaurado en 2021 y que después se rebajó, el Team Principal de McLaren Andreas Seidl se pronunció en el mismo sentido: «Estas últimas semanas y meses han aparecido nuevos contratiempos en materia de inflación, por lo que creo que es importante hablarlo y ver qué hacer».
«Estoy abierto a discutir y a soluciones, a eventuales ajustes, mientras se mantenga dentro de unos límites razonables», añadió.
La decisión de poner en marcha un límite a los gastos de las escuderías se tomó en 2020 con el fin de reducir las diferencias entre los equipos más potentes y el resto y aumentar así la competitividad.
Mercedes, Ferrari y Red Bull fueron los principales afectados.
El límite se redujo de los 145 millones de dólares el año pasado a 140 esta temporada y pasará a 135 en 2023.
AFP.