Michael Schumacher continúa peleando por su vida después de sufrir un grave accidente el pasado 29 de diciembre del 2013, cuando su cabeza golpeó contra una roca mientras esquiaba junto a su familia en la estación alpina de Méribel.
Mientras tanto Corinna, su esposa, que se encarga de todo lo relacionado con sus cuidados médicos y de seguir adelante con el imperio deportivo que creó el ex piloto de Fórmula 1, asistió en su nombre a un evento en la ciudad de Colonia (oeste de Alemania), y no pudo contener las lágrimas ante la ovación de todo el predio.
El acto en el que se le entregó el Premio Estatal del Estado de Renania del Norte-Westfalia a Michael Schumacher estuvo cargado de emoción y el punto más alto fue cuando la activista alemana se subió al escenario para recibir el galardón.
Acompañada de su hija Gina María, de 25 años, y el ex presidente de la FIA y ex jefe de equipo de Ferrari, Jean Todt, Corinna recibió el documento de manos del primer ministro Hendrik Wüst y un ramo de flores. Hasta allí la sonrisa estaba dibujada en su rostro sereno mientras los presentes comenzaron a aplaudir.
Un aplauso que se extendió por varios minutos y que se intensificó cada vez más. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos cuando todos los que asistieron a la ceremonia se pusieron de pie, en señal de reverencia al siete veces campeón de la Fórmula 1.
Envuelta en llanto acudió a los brazos de Todt, quien la consoló junto a su hija fundiéndose en un emotivo abrazo hasta que abandonó el escenario. Cabe mencionar que su hijo Mick, actual corredor de la escudería Haas, no pudo asistir al evento por problemas gastrointestinales.
“Michael es una persona que tiene un gran corazón y para quien siempre ha sido importante pensar en los demás”, aseguró el primer ministro Hendrik Wüstquien también alabó la sencillez y el compromiso social del alemán. El premio corresponde al nivel más alto del estado de Renania del Norte-Westaflia.
“Estoy orgulloso de llamar a Michael mi amigo y de tener una amistad muy estrecha con su familia”, reflexionó Jean Todt antes de abandonar el escenario y agregó: “Gracias a sus victorias y éxitos, pasó de condiciones modestas a convertirse en un verdadero ciudadano del mundo, que trabajó en estrecha colaboración con personas de muchas culturas diferentes”
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