La ministra japonesa de los Juegos Olímpicos, Seiko Hashimoto, de 56 años, fue nombrada este jueves presidenta del comité de organización de los Juegos de Tokio-2020, en sustitución de Yoshiro Mori, que había tenido que dimitir el viernes pasado tras haber realizado unos comentarios sexistas que habían provocado un gran escándalo.
«No voy a ahorrar ningún esfuerzo para el éxito de los Juegos de Tokio», declaró Hashimoto tras su nominación, que llega a cinco meses de la inauguración del evento, prevista el 23 de julio, aplazada el año pasado debido al covid-19.
Hashimoto añadió que las medidas en los Juegos para luchar contra el coronavirus, siempre amenazante pese a la llegada de las primeras vacunas, serán la «prioridad absoluta».
La nueva presidenta dijo también que quiere que el público, tanto en Japón como en el extranjero, «sienta que los Juegos Olímpicos son seguros».
Poco antes, había presentado al primer ministro Yoshihide Suga su dimisión en el gobierno, en el que era una de las pocas mujeres en ocupar una cartera.
Suga anunció que será sustituida por otra mujer, Tamayo Marukawa (50 años), que ya había sido ministra de los Juegos durante un año, entre 2016 y 2017. «Me ha dirigido palabras de bienvenida», declaró Hashimoto a la prensa. «Tiene la esperanza de que yo pueda dar toda mi energía para lograr unos Juegos de Tokio que sirvan de unión al pueblo japonés».
Hashimoto aparecía como la gran favorita para suceder a Mori, que tuvo que irse tras declarar a principios de febrero que las mujeres hablaban demasiado durante las reuniones, lo que para él era «molesto».
«Un verdadero progreso»
Las palabras de este antiguo primer ministro japonés de 83 años habían sido fuertemente condenadas, en Japón y en el extranjero.
El Comité Olímpico Internacional (COI) había tardíamente juzgado que eran contrarias a los valores del olimpismo, sobre todo en materia de igualdad de sexos, y los patrocinadores de los Juegos también habían acentuado la presión sobre Mori.
Tras su marcha, un consejo paritario había sido formado para encontrarle un sucesor lo más rápidamente posible, mientras Mori había inicialmente intentado ser sustituido por alguien próximo, como el antiguo patrón del fútbol profesional nipón, Saburo Kawabuchi, mayor que él (84 años).
Ministra de los Juegos Olímpicos y de la igualdad hombres-mujeres desde septiembre de 2019, y miembro de la Cámara Alta del Parlamento desde 1995, Hashimoto también tiene una larga carrera de deportista de alto nivel.
Participó en siete Juegos Olímpicos (cuatro de invierno y tres de verano) en las décadas 1980 y 1990, como patinadora de velocidad y como ciclista en pista, ganando un bronce en patinaje en Francia, en Albertville-1992.
Suga pidió a Hashimoto «trabajar duro» para concretar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, basándose en su gran experiencia como deportista.
Kazuko Fukuda, una militante de los derechos de la mujer en Japón, aplaudió la nominación de Hashimoto y el proceso de selección.
«Pienso que el hecho de se hubieran establecido cinco criterios para elegir al nuevo presidente, incluida la comprensión de la igualdad de sexos y de los derechos humanos, representa un verdadero progreso», dijo Fukuda a la AFP.
¿Una elección impuesta?
«Ahora hay que asegurar que las políticas de igualdad hombres-mujeres en el país no vayan hacia atrás», añadió Fukuda, que había participado en la creación de una petición en línea contra las palabras sexistas de Mori, que había recogido más de 157.000 firmas.
Desde el Open de Australia de Melbourne, donde acababa de batir a Serena Williams para acceder a la final femenina, la tenista japonesa Naomi Osaka afirmó que la nominación de Hashimoto era «algo bueno».
«Se están derribando barreras, sobre todo para las mujeres», afirmó la campeona de 23 años, que había calificado a Mori de «ignorante» tras su comentarios sexistas.
Hashimoto habría dudado en aceptar el cargo, según varios medios nipones.
Y es que el desafío que le espera es inmenso. Una mayoría de japoneses está contra la celebración de los Juegos este año, temiendo que el evento conlleve un recrudecimiento de la pandemia en el país.
Una gran parte de Japón, incluida Tokio, está de nuevo en estado de urgencia desde principios de enero para intentar luchar contra la nueva ola del virus.
Los organizadores de Tokio-2020 prepararon una batería de medidas y restricciones frente al covid-19, pero sin llegar a imponer cuarentena o vacuna a los participantes en los Juegos.
La cuestión espinosa de la presencia o no de espectadores, y de un eventual límite en el aforo, debe ser tratada en las próximas semanas.
Con información de AFP.