Most Valuable Promotions (MVP), la empresa liderada por Jake Paul y Nakisa Bidarian, negó categóricamente las acusaciones de que el combate entre Paul y Mike Tyson, celebrado el pasado 15 de noviembre en Arlington, Texas, estuviera arreglado.
La pelea, transmitida en vivo por Netflix y vista por más de 108 millones de personas, generó sospechas tras la actuación de Tyson, de 58 años, y declaraciones del propio Paul sobre su estrategia en el ring.
Ver esta publicación en Instagram
En un comunicado, MVP calificó de «absurdas» las acusaciones, subrayando que comprometer la integridad del combate sería contrario a los valores de la empresa, especialmente en su debut con el mayor transmisor del mundo.
Leer también: Verstappen asegura su cuarto título consecutivo en Las Vegas
Nakisa Bidarian también defendió la legitimidad de la pelea, señalando que Jake Paul ha enfrentado escepticismo infundado desde el inicio de su carrera como boxeador profesional y que su desempeño se ha mantenido íntegro.
La pelea, celebrada bajo las regulaciones del Departamento de Licencias y Regulaciones de Texas (TDLR), generó una recaudación de 18,1 millones de dólares y fue un éxito comercial. Sin embargo, un supuesto guion del combate, desmentido rápidamente, y las declaraciones de Paul admitiendo que ralentizó su ritmo en los asaltos intermedios, alimentaron las sospechas.
Leer también: Tres personas fueron detenidas por gritar insultos racistas hacia jugadores del Barcelona en el Bernabéu
El abogado deportivo Dan Lust advirtió que esta confesión podría acarrear problemas legales, ya que las leyes del boxeo exigen que los competidores luchen con la intención de ganar sin contenerse. Esto podría afectar especialmente a los resultados de las apuestas, que movieron millones de dólares.