El 11 de abril de 2002 fue marcado como uno de los peores episodios de la historia contemporánea en Venezuela. Luego de 19 años quedó marcado como una masacre.
Presidido por una inestabilidad social y política, más un paro cívico que inició el 10 de diciembre de 2001, huelgas generales por cada 24 horas, lo que comenzó como una movilización convocada por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) concluyó en muerte, heridos y presos políticos.
«¡A MIRAFLORES!»
Ante la represión policial que impidió el avance de la manifestación, la ya harta ciudadanía, dirigida por sectores de la oposición, acuñaron la consigna que terminaría desencadenando el caos: «¡A Miraflores!».
Entre gases lacrimógenos y disturbios, los ciudadanos avanzaron, decididos a acabar con el gobierno opresor de Hugo Chávez.
Fue entonces cuando el tirano inició la ofensiva. «Activen el Plan Patria», fue su orden. Ese plan no era otra cosa que reprimir a los manifestantes y dispersarlos. O como el mismo Juan Barreto, ex-alcalde de Caracas, expresó en aquel entonces: «La orden es defender la revolución, sea como sea».
Las secuelas del 11 de abril todavía forman parte de la Venezuela hoy en día. 19 muertos y más de cien heridos, pero se cree que existieron muchos más.
“Ahora me queda claro que la sociedad civil tiene un papel asignado que no es el mismo de los partidos, 2002 debió ser el tiempo de estos pero fue el de borrón y cuenta nueva”, Carlos Raúl Hernández
Casi dos décadas después, se evidencian que continúan recluidos los detenidos en el «Centro Nacional de Procesados Militares, la conocida cárcel de Ramo Verde, en Los Teques, pese a que la ley les otorga derechos procesales desde 2007».
Ante esto, el comisionado Especial de Seguridad e Inteligencia del gobierno interino de Venezuela, Iván Simonovis, publicó una serie de tweets explicando los sucesos de aquellos que formaron parte y quienes todavía siguen detenidos.
El 11 de abril de 2002, 19 personas murieron en un sangriento hecho que tuvo como protagonistas a gente inocente que marchaba para evitar una crisis que ya se veía venir, a pistoleros oficialistas y a nueve funcionarios de la PM, los únicos culpables según la justicia chavista.
— Iván Simonovis (@Simonovis) April 11, 2021
- Héctor, condenado a 30 años de prisión, no pudo despedirse de la muerte de sus padres. Su hermano, Alexis, indicó que sus familiares tenían que compartirse las jornadas de visitas a la cárcel. Su jueza, quien lo sentenció, fue Marjorie Calderón, por homicidio calificado frustrado en grado de corresponsabilidad, en cumplimiento de la orden dada por Hugo Chávez.
- Luis Molina y Erasmo Bolívar (otros detenidos) al igual que Rovaín siguen en Ramo Verde, pese a que sus medidas cautelares están vencidas desde el 2007.
«Si la justicia no se impone en este caso, Héctor Rovaín, Luis Molina y Erasmo Bolívar se convertirán en los únicos presos en este país en cumplir íntegramente la máxima pena que contemplan nuestras leyes», destacó Simonovis.
- La tía de Erasmo, María, reza para que sobrino salga, ha sido uno de sus principales apoyo desde que el agente decidió ponerse a derecho el 3 de abril de 2003. Ella aclara que esperaron tres años por un juicio y la sentencia lo llevó a 30 años de prisión. Para visitar a su sobrino debe ir a Los Teques, estado Miranda semanalmente.
- A Molina lo esperan dos hijas en casas, que crecieron visitándolo en la cárcel, y ahora insisten para el otorgamiento de sus derechos procesales para su papá. Luis Enrique Molina nunca disparó su arma de reglamento, pero fue condenado a 30 años de prisión.
«La sentencia de MARJORIE CALDERON contra los PM incluyó la fecha en la que los condenados podrían comenzar a disfrutar de las medidas alternativas al cumplimiento de la pena, todas desde el año 2007».
PM = Policía Metropolitana
De este suceso desgarrador fueron condenados nueve funcionarios (los tres anteriores siguen presos) de manera injusta por faltas de pruebas contundentes que demostraran su responsabilidad en las muertes.
Chávez lo ordenó y se cumplió. Los nueve funcionarios fueron sentenciados aun en contra de las evidencias que los exoneraban de responsabilidades. Cuatro de ellos hoy están en sus hogares aquejados por graves patologías. Otros dos, ya cumplieron de manera íntegra sus condenas a 16 años y 8 meses y 17 años y 10 meses, respectivamente.
En su brevedad fuera del gobierno, simpatizantes del chavismo comenzaron a deslindarse, como Luis Manuel Miquilena, quien fuera presidente de la Asamblea Nacional y declaró que «Chávez tiene las manos ensangrentadas».
Mientras que el General Manuel Antonio Rosendo, jefe del Comando Unificado de la Fuerza Armada en aquel entonces, quiso tapar el sol con un dedo diciendo que: «Hugo Chávez no me dejó que le hablara de la segunda opción, escogió rápidamente la primera y, de una vez, pidió ser llevado a Cuba”
Durante su despojo de poder, Pedro Carmona se juramentó como presidente transitorio, pero no duró porque simpatizantes del chavismo rodearon empresas privadas, canales de televisión (incluido VTV), y se concentraron en varias zonas del país. Violentamente, como acostumbran, retomaron el control del canal del Estado y se transmitió a quien fuera el vicepresidente de Chávez, Diosdado Cabello, siendo juramentado como presidente temporal hasta que Hugo Chávez pudiese retomar el poder.
NUNCA HUBO JUSTICIA, TODO ES PEOR CADA VEZ MÁS
«Nunca se inició una investigación de los hechos”, aseguró en su momento el abogado del Foro Penal Venezolano, Gonzalo Himiob. “De las 79 las investigaciones abiertas sobre las 19 muertes y los centenares de lesionados de esos días solo cuatro llegaron a juicio. Solo en dos de esos cuatro juicios se produjo condena. Esto no significa que se haya hecho justicia”.