El ataque se ejecutó en la sinagoga Árbol de la La Vida, en Pittsburgh, Pensilvania. El tirador habría entrando vociferando contra los judíos y de cómo debían morir, a la vez que disparaba contra los presentes en el recinto religioso, según narraron algunos testigos del hecho.
Las autoridades confirmaron que al menos 8 personas habrían fallecido y otras 12 estarían heridas después del hecho, entre ellos tres miembros de la policía local y el propio atacante, quien ya está en manos de los cuerpos de seguridad.
Aún la situación es tensa en la localidad. La policía ha cerrado el perímetro al lugar de los hechos como medida de seguridad.