Para finales de 2019, Venezuela se habrá convertido en el segundo país más pobre de América y El Caribe.
Previsiones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que sólo Haití superará la debacle económica que experimentan los venezolanos.
Las estimaciones anticipan una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) cercana al 30%.
Sobre ese último particular habló, hace poco, Alejandro Werner, director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI.
“La caída del producto en Venezuela ha sido uno de los más grandes registrados en la historia”, dijo en medio de declaraciones a la prensa.
La catástrofe económica de Venezuela se evidencia en la hiperinflación que ha pulverizado el salario de los trabajadores. El alto índice de desempleo, así como la escasez de alimentos y medicinas, dos síntomas de la destrucción del aparato productivo, también son muestras del delicado estado en el que se encuentra la economía venezolana.