Además de rechazar enfáticamente las elecciones presidenciales del 20 de mayo del año pasado, por considerarlas un fraude electoral que mantiene inmerso al pueblo venezolano en la crisis más grave de la historia, la Asamblea Nacional (AN) ratificó el acuerdo del 22 de mayo de 2018 y declaró como inexistente dichas elecciones.
Con motivo de cumplirse un año de los referidos comicios, el Plenario calificó el hecho como el mayor fraude continuado a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), “…lo que ha ocasionado la usurpación de la Presidencia de la República”.
A través del acuerdo aprobado este martes, los parlamentarios remarcaron las consecuencias directas e indirectas que ha traído, a toda la sociedad venezolana, el hecho de que no se hayan realizado unas elecciones universales, directas y secretas, con reconocimiento nacional e internacional, ocasionando el aislamiento diplomático, político, financiero y comercial del país, con profundas consecuencias para la sociedad.
La AN recordó que, como resultado directo de la ausencia de elecciones presidenciales, fue declarada la usurpación de la Presidencia de la República y se asumieron las competencias del Ejecutivo, con pleno reconocimiento de los miembros de la comunidad internacional. Asimismo, se reiteró que unas nuevas elecciones se podrán celebrar únicamente después del cese de la usurpación, garantizándose un proceso libre, justo, transparente y auténtico.
El debate sobre este punto fue abierto por el segundo vicepresidente de la AN, diputado Stalin González, quien puntualizó que desde las elecciones parlamentarias de 2015 hubo un total desconocimiento de los resultados desde todas las instancias del gobierno, “…hasta se inventaron una Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Desde 2018 la señal estaba clara. El régimen no cree en el pueblo ni en el poder, ni en elecciones ni en el pueblo”.
Por su parte, el diputado Williams Dávila aseguró que actualmente la AN vive su mejor hora. “La historia va legitimando las conductas que asumen los dirigentes políticos. El 22 de mayo de 2018 aprobamos un acuerdo para declarar la farsa electoral, en este año los hechos nos han dado la razón».
Cuestionó los llamados Puntos Rojos que ubica el PSUV cerca de los centros de votación. “Es un mecanismo de chantaje para controlar el voto a través del Carnet de la Patria, el voto asistido. Y ni siquiera le cumplieron esas garantías a quienes participaron».
Otro que cuestionó las elecciones de 2018 fue el diputado Arnoldo Benítez, quien se refirió al Consejo Nacional Electoral (CNE) acusándolo de emitir cifras falsas. “Maduro sacó 18.71% de los votos y tuvo una abstención, un rechazo de 81%.” Llamó a la ANC asociación narcotraficante y corrupta, a la que no se le puede hacer caso y propuso a Nicolás Maduro celebrar un referéndum en el que se le consulte al pueblo “si quieren al usurpador o quieren permanezca la AN hasta que culmine su período constitucional”.
La diputada Manuela Bolívar también ofreció su punto de vista al indicar que el proyecto de Maduro no es democrático, sino humillante. “El problema de Venezuela no es ponerse de acuerdo. El problema es el régimen totalitario que tiene sumergido a los venezolanos en su peor crisis. Queremos elecciones libres, pero debe haber un cese a la usurpación y eso es algo que estamos logrando día a día”.
Seguidamente el diputado Juan Pablo Guanipa tomó la palabra señalando la importancia del diálogo y la observación. “Pero Maduro se encargó de acabar esas posibilidades. Después del triunfo de las parlamentarias fue que comenzaron las acciones del régimen para acabar con las elecciones. Hicimos todos los esfuerzos y participamos en las regionales. La dictadura acabó con la voluntad del pueblo en esa oportunidad, así como lo hicieron durante el diálogo en la República Dominicana”.
Expresó que las elecciones del 20 de mayo de 2018 son una farsa y aseguró que ese día los venezolanos ejercieron el mayor acto de desobediencia civil que ha unido a todo el pueblo en repudio a Maduro y su dictadura.