La administración de Joe Biden le está dando más protagonismo a las mujeres hispanas en su equipo. Este es el caso de Kristina Rosales, nueva portavoz del Departamento de Estado, quien conversó con el diario ABC de España sobre la situación en América Latina, haciendo énfasis en la crisis de Nicaragua, Cuba y Venezuela.
En su primer viaje a Europa, Biden proclamó que «EE.UU. ha vuelto». Desde entonces ocurrió la salida de las tropas norteamericanas de Afganistán y la crisis con Francia. Señalaba ‘The New York Times’ que no basta con no ser Trump. ¿Qué ofrece a la comunidad internacional?
EE.UU. ha mostrado en el G-20 que está de vuelta en un papel de liderazgo mundial, trabajando estrechamente con sus aliados en los desafíos comunes, independientemente de cualquier divergencia. Algunos son la seguridad sanitaria, cómo salir de la pandemia y cómo prepararnos de forma multilateral para otra que pueda venir. Otro tema ha sido el crecimiento económico y la creación de empleo. Y el combate al cambio climático, que se trató en el G-20 y se hablará en detalle, de forma multilateral, en Glasgow.
Esa fiscalidad mínima del 15% permitirá mucha más igualdad en sentido global, pero también para el americano de clase media. Hará que las corporaciones contribuyan más y se redistribuyan esas ganancias de forma más equitativa. También se abordó el tema de infraestructuras. Así como EE.UU. van a mejorar con la agenda de reconstrucción del presidente, apoyamos iniciativas para mejorar a nivel global la infraestructura energética, logística…
Aunque en la cumbre se saludaron, Biden y Pedro Sánchez aún no han tenido una reunión. Da la sensación de que la relación es algo fría…
Tenemos con España una relación muy estrecha de muchos años. Es un aliado con el que compartimos varios desafíos: la democracia, la migración, los derechos humanos… España ha ayudado en Afganistán y es un aliado muy próximo contra Daesh. Que no se hayan reunido no significa que la relación sea fría, seguimos trabajando estrechamente con nuestros amigos y socios en España.
En cuanto al posible apoyo de EEUU al proceso electoral en Venezuela, dan «gran importancia a que el pueblo venezolano y nicaragüense tengan elecciones libres y justas. En estos años no les han dado la oportunidad de decir quiénes deben ser sus líderes. Esperamos que sea diferente; si no lo es, nos pronunciaremos».
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