El general Hugo Carvajal, exjefe de la inteligencia venezolana con Hugo Chávez, permaneció huido desde noviembre de 2019 hasta el pasado jueves, cuando fue arrestado por agentes de la Policía Nacional en un piso de la calle Torrelaguna, en Madrid. Ese mismo día, a las 07:58 AM, la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, envió un informe a la UDYCO (Unidad de Drogas y Crimen Organizado) en el que facilitaba la dirección exacta de la vivienda en la que se ocultaba el Pollo Carvajal, el número 123 de la citada calle, además del piso y la puerta.
Con esa información, la Policía Judicial remitió un oficio al Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid –en funciones de guardia– en el que solicitó la orden de entrada y detención, que fue autorizada.
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Pero no era la primera vez que la agencia dependiente del Departamento de Justicia del Gobierno de Estados Unidos comunicaba a España datos precisos sobre el refugio del general venezolano, al que reclaman por delitos de tráfico de drogas y armas y cuya extradición fue aprobada en 2019.
Así, el pasado 17 de junio, la DEA remitió a la UDYCO información de inteligencia sobre el paradero de Hugo Carvajal. El documento, desvelado por el periodista venezolano Orlando Avendaño en su cuenta de Twitter, decía que el exjefe del servicio secreto venezolano «se encuentra en este momento viviendo en la ciudad de Madrid en un departamento de la zona de Arturo Soria». La agencia añadía que el Pollo residía con la «ciudadana venezolana Astrid Carolina Viloria Palacios», que tendría el piso a su nombre, y facilitaba su número de teléfono y su vehículo, un Citröen color azul.
Además, el informe de la DEA sostenía que el piso era un tercero o cuarto y que «la terraza cuenta con muchas plantas que utiliza Carvajal Barrios para ofuscar su cara cuando sale a usarla». Por último, la DEA informaba de que el Pollo «utiliza pelucas y disfraces para pasar desapercibido» y que hay «indicaciones de que se habrá hecho cirugía plástica para cambiar su aspecto físico». El informe remitido a la Policía solicitaba «respetuosamente colaboración de la Unidad de Fugitivos para identificar la localización de Carvajal Barrios para efectuar su arresto».
Pese a la precisión de estos datos, la detención no se produjo hasta tres meses después, cuando la DEA envía calle, número, piso y puerta de la vivienda que habitaba el Pollo Carvajal. Fuentes del Ministerio del Interior sostienen que todo se decidió con criterios operativos, y que Fernando Grande-Marlaska no intervino de ningún modo para «detonar» la detención en un momento de debilidad política, como publicó ABC, y que esta se debió al segundo comunicado de la DEA. Fuentes de la Seguridad del Estado consultadas por este diario aseveran que al menos desde el comunicado de junio había datos «más que suficientes para la localización del fugitivo», pero fuentes oficiales del Ministerio niegan que el Pollo estuviera localizado.
Nota extraída de ABC