La búsqueda desesperada por llegar a Estados Unidos desencadenó una nueva tragedia este jueves: 53 migrantes centroamericanos murieron al volcar el camión en el que viajaban hacinados en el sur de México.
Otras tres personas sufrieron heridas de gravedad, señaló la Fiscalía General en un comunicado, en el que anunció que su unidad de derechos humanos asumió la investigación. Un balance previo de autoridades regionales había reportado decenas de heridos.
El accidente se produjo en una carretera del estado de Chiapas, principal punto de acceso de indocumentados, cuando el tráiler chocó contra un muro presuntamente por exceso de velocidad.
Cubiertos con sábanas blancas, los cadáveres fueron acomodados en hilera sobre la vía, en medio de una intensa movilización de paramédicos, autoridades y vecinos del lugar como Sabina López, observó la AFP.
«¡No te duermas! ¡No cierres los ojos¡ ¡Acuérdate de lo que le prometiste a tu mamá! ¡Aguanta¡», cuenta Sabina que suplicaba un migrante a su compañero tras el percance.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, lamentó la tragedia y dijo era un hecho «muy doloroso», según un mensaje en Twitter.
«Me solidarizo con las familias de las víctimas, a quienes ofrecemos toda la asistencia consular necesaria, incluyendo las repatriaciones», señaló por su parte el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, en la misma red social.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, indicó que las víctimas son originarias de distintos países.
«Son originarios la mayor parte de ellos de Guatemala», dijo Luis Manuel García, director estatal de Protección Civil, citando a sobrevivientes.
La tragedia ocurrió tres días después de que se reactivara, por orden judicial, un criticado programa de Estados Unidos que obliga a los migrantes a esperar en México la respuesta a sus solicitudes de asilo.
– Saga trágica –
Los heridos fueron trasladados a hospitales públicos y privados, mientras el Instituto Nacional de Migración informó que trabaja para «identificar los cuerpos, cubrir los gastos funerarios y facilitar la repatriación de los restos».
También ofreció «atención humanitaria» y regularizar la situación migratoria de los sobrevivientes.
Imágenes televisivas mostraron el despliegue de ambulancias, bomberos y rescatistas en el lugar, mientras algunos migrantes en shock esperaban atención médica.
El suceso ocurrió entre la ciudad de Chiapa de Corzo y la capital Tuxtla Gutiérrez.
«Se requieren alternativas migratorias y vías legales para evitar tragedias como ésta», señaló en Twitter la Oficina de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
El traslado de migrantes en camiones es uno de los métodos más habituales con el que traficantes de personas los internan en territorio mexicano, con el objetivo de llegar hasta la frontera norte e intentar cruzar hacia Estados Unidos.
Esa modalidad también es una de las más temidas, según han relatado viajeros a la AFP en el límite mexicano-estadounidense.
Según esos testimonios, los migrantes pasan horas encerrados en cabinas sin ventilación y evitando tomar agua para no tener que orinar, sin que los choferes atiendan sus ruegos para detenerse y no morir asfixiados. Algunos perecen en el trayecto.
Huyendo de la pobreza y la violencia en sus países, otros han preferido formar parte de caravanas que realizan buena parte del extenso recorrido a pie, sometidos a climas extremos y a la amenaza del crimen organizado.
El accidente coincidió con el inicio de la Cumbre por la Democracia del presidente estadounidense, Joe Biden, quien excluyó de la cita a Venezuela, Nicaragua, Cuba, El Salvador, Honduras, Guatemala y Haití, origen de la mayor parte de la migración indocumentada latinoamericana.
Analistas como Michael Shifter consideran que esa medida, que también involucra a Bolivia, puede dificultar la solución de la crisis migratoria.
– Migración disparada –
En su camino a Estados Unidos, los migrantes son además víctimas de abusos de autoridades mexicanas, según oenegés, y de accidentes como el de este jueves.
El pasado 9 de noviembre, 12 migrantes, incluidos varios centroamericanos, fallecieron en Chiapas en un siniestro que involucró dos camionetas que quedaron calcinadas.
En octubre, tres hondureños murieron y 23 más resultaron heridos al volcarse el vehículo en el que viajaban en el estado de Veracruz (este).
También en esa región, cuatro cubanos perdieron la vida en un accidente vial en septiembre.
En otro caso que causó conmoción, el 22 de enero, 16 guatemaltecos y tres mexicanos fueron hallados carbonizados en un vehículo que presentaba 113 impactos de bala en el estado de Tamaulipas (fronterizo con Estados Unidos).
Por ese hecho fueron detenidos 12 policías de élite de Tamaulipas, donde en agosto de 2010 otros 72 migrantes, en su mayoría centroamericanos, fueron asesinados por presuntos pistoleros de la banda narcotraficante Los Zetas.
El flujo de indocumentados se multiplicó tras la llegada al poder de Biden, quien prometió analizar sus casos.
Más de 190.000 migrantes han sido detectados por autoridades mexicanas entre enero y septiembre, el triple que en 2020. Unos 74.300 han sido deportados.
Estados Unidos, a su vez, registró que 1,7 millones de personas ingresaron ilegalmente desde México entre octubre de 2020 y septiembre pasado, un récord histórico.
AFP