A través de un aporte hecho por la embajada de Japón en Colombia se han ido mejorando la infraestructura del Centro de Migraciones de Cúcuta, en el barrio Pescadero en donde más de 130 inmigrantes venezolanos son atendidos a diario por misioneros scalabrinianos.
El consejero de la embajada, Naoki Yokobayashi, explicó que el proyecto es una de las ayudas que está brindando el gobierno japonés a Colombia en temas relacionados con el fenómeno migratorio. Explicó que los recursos corresponden al esquema de cooperación japonesa de asistencia financiera no reembolsable para proyectos comunitarios.
El padre Francesco Bortignon quien dirige la misión en la localidad colombiana dijo que el apoyo financiero recibido permitirá mejorar la atención en cuanto a hospedaje, alimentación y asesoría legal para los venezolanos que llegan a través de la frontera.
Anualmente atienden al menos a 2800 personas, sin embargo desde hace algunos meses la capacidad del centro ha sido revasado. “Estamos utilizando todos los espacios posibles, porque da lástima dejar a la gente en la calle”