En medio de una represión brutal, al menos 107 personas, incluidos siete menores, murieron este sábado en las protestas antijunta por los disparos de la policía y los soldados en Birmania (Myanmar), según el recuento de testigos y medios locales.
Las muertes ocurrieron durante manifestaciones desarrolladas en Rangún, la mayor ciudad del país, así como en las regiones y estados de Mandalay, Sagaing, Bago, Magwe, Tanintharyi y Kachin, en tanto que la cifra total de víctimas mortales supera con creces los 300 desde el golpe militar del pasado 1 de febrero.
Mientras el Ejército celebra con un desfile en la capital el Día de las Fuerzas Armadas, miles de birmanos volvieron a desafiar la represión de la junta en uno de los días más sangrientos que se puede seguir casi en directo en las redes sociales.
Por medio de videos de las cámaras de seguridad, los soldados dispararon sin haber sido provocados contra una motocicleta en un lugar donde no había protestas y se llevan a uno de sus ocupantes herido, mientras otros dos huyen corriendo.
En otro vídeo desgarrador, un padre grita desconsolado que han matado a su hijo mientras lo lleva en brazos dentro de un coche.
Los soldados y la policía han cumplido con la amenaza que la víspera emitió la televisión y radio estatales: que dispararán a los manifestantes por la espalda y en la cabeza.