Al menos 165 personas, entre ellas 19 niños, han muerto y 30 han resultado heridas, 20 de ellas graves, en el bombardeo del Ejército birmano contra un acto de la oposición en la región noroccidental de Sagaing el martes, el ataque más cruento del régimen militar desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021.
Así lo asegura hoy en su cuenta de Twitter el ministerio de Derechos Humanos del Gobierno de Unidad Nacional (NUG), que se autoproclama la autoridad legítima de Birmania y fue el objeto del bombardeo, ocurrido el martes durante la inauguración de una de sus oficinas administrativas en Pazigyi, pueblo de unos 3.800 habitantes en Sagaing, uno de los bastiones rebeldes en Birmania.
Por su parte, un portavoz del NUG aseguró a EFE que clínicas de la zona administradas por el movimiento de desobediencia civil surgido tras el golpe confirman la cifra de 165 fallecidos y advierte de la dificultad del recuento debido a la mutilación de los cadáveres.
Además de esto, la junta militar de Birmania reconoció haber realizado un ataque aéreo contra una aldea del centro del país que provocó decenas de muertos y una firme condena internacional.
El Alto Comisario de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, se dijo «horrorizado» por la acción, entre cuyas víctimas había escolares, así como otros civiles.
El balance del ataque ocurrido el martes por la mañana en el remoto distrito de Kanbalu, en la región de Sagaing, es todavía incierto.
El servicio birmano de la BBC, The Irrawaddy y Radio Free Asia informaron de al menos 50 muertos y decenas de heridos en este ataque contra la aldea de Pazi Gyi.
Un socorrista vinculado a las milicias antigolpe Fuerza de Defensa del Pueblo dijo que el número de muertos podía llegar al centenar de personas, entre las que había mujeres y niños.
La junta militar confirmó el martes por la noche que el ataque tuvo lugar, pero no precisó cuántas personas murieron.
Según su portavoz Zaw Min Tun, la acción se produjo durante la apertura de una oficina local de la Fuerza de Defensa del Pueblo, los grupos armados antijunta que proliferaron por el país tras el golpe militar de 2021.
El portavoz militar afirmó que algunas víctimas eran combatientes antigolpistas en uniforme, pero que «podía haber alguna gente con ropa de civil», y aseguró que parte de las muertes se debieron a «minas plantadas por las FDP en la zona».
Una fuente de seguridad señaló a AFP que un avión de caza y un helicóptero de combate fueron desplegados para el ataque.
Birmania está desgarrada por un violento conflicto entre la junta militar y sus oponentes desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, que derrocó a la dirigente civil Aung San Suu Kyi.
El ejército birmano se apoya en su superioridad aérea, gracias a sus aviones de fabricación rusa y china, para compensar sus dificultades en el terreno ante grupos rebeldes que controlan partes enteras del país.
Con información de AFP y EFE