Los ataques de la aviación turca en el norte de Siria mataron a al menos 31 personas, en su mayoría combatientes kurdos y soldados sirios, según un nuevo balance comunicado el domingo por una ONG.
Las autoridades autónomas kurdas informaron de al menos 29 muertos, entre ellos 11 civiles.
El Observatorio Siro de Derechos Humanos (OSDH), que cuenta con una amplia red de fuentes en Siria, no pudo confirmar la muerte de civiles.
Esta misma fuente informó que los ataques aéreos realizados el sábado por la noche y el domingo al alba por el ejército turco en las provincias de Raqa y Hasaka (noreste) y Alepo (norte) mataron a 18 combatientes kurdos y miembros de las fuerzas locales aliadas y 12 soldados sirios.
La ONG también informó de la muerte de un periodista, Issam Abdallah, corresponsal en Siria de una agencia de noticias kurda, y de 40 heridos.
La agencia oficial siria Sana confirmó la muerte de varios soldados sirios, sin especificar el número.
Los ataques se centraron principalmente en la ciudad de Kobane (norte) y sus alrededores, cerca de la frontera turca.
Turquía anunció el lanzamiento de la operación aérea en el norte de Irak y en la vecina Siria, dirigida contra varias zonas bajo control de las fuerzas kurdas sirias y del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), al que Ankara responsabiliza del atentado que mató a seis personas en Estambul el 13 de noviembre.
«Estos ataques del Estado de ocupación turco no quedarán sin respuesta. En el momento y lugar adecuados, responderemos con fuerza y eficacia», reaccionaron las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
La operación turca, bautizada «Garra-Espada», tiene como objetivo «erradicar los atentados terroristas en el norte de Irak y Siria, garantizar la seguridad de las fronteras y eliminar el terrorismo en su origen», afirmó el ministerio turco de Defensa.
Turquía, cuyos soldados están presentes en zonas del norte de Siria, amenaza desde mayo con lanzar una nueva ofensiva contra las FDS, que considera «terroristas».
AFP.