El hecho ocurrió en una mezquita chií en Peshawar, una ciudad del noroeste de Pakistán, dijo la policía. La cifra de fallecidos podría aumentar ya que muchos de los heridos tienen un pronóstico crítico, afirmó Waheed Khan, un agente de la policía local.
El ataque comenzó cuando dos hombres armados abrieron fuego contra un puesto de vigilancia de la policía en el exterior de la mezquita de Kucha Risaldar, en el congestionado casco antiguo de Peshawar, cerca de la frontera con Afganistán. Uno de los agresores y un agente murieron en la balacera. El segundo agresor irrumpió entonces en el templo y se inmoló, explicó Muhammed Ejaz Khan, el jefe de la policía.
Las ambulancias circularon a toda velocidad por las estrechas calles de la ciudad para llevar a los heridos al hospital Lady Reading, donde los médicos trabajaban frenéticamente. En el momento del atentado, en el interior de la mezquita había al menos 150 personas, dijeron los testigos.
Nadie se atribuyó de inmediato la autoría del atentado, pero tanto el grupo extremista Estado Islámico como una violenta organización Talibán local han perpetrado ataques similares en la región, ubicada cerca de la frontera con Afganistán. Shayan Haider explicó que se disponía a acceder a la mezquita cuando una potente explosión lo lanzó a la calle.
“Abrí los ojos y había polvo y cuerpos por todas partes”, contó.
En las urgencias del hospital Lady Reading reinaba el caos mientras los doctores trataban de llevar a los numerosos heridos a quirófano. El primer ministro del país, Imran Khan, condenó el ataque.
Dado la mayor cantidad de población musulmana suni, y la minoría chií, estos últimos han sido víctimas de numerosos ataques.