Al menos ocho personas murieron el sábado y 18 resultaron heridas en bombardeos rusos contra la ciudad portuaria de Odesa, en el sur de Ucrania, según un nuevo balance anunciado por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
«En este momento hay ocho muertos y otros 18 o 20 heridos», dijo Zelenski en una rueda de prensa en Kiev, la capital del país.
Según Zelenski, «siete misiles alcanzaron Odesa» el sábado, incluyendo uno que «impactó en un edificio residencial» y «dos que fueron derribados» por el sistema de defensa aérea ucraniano.
Anteriormente, el jefe de gabinete de la presidencia ucraniana había informado de cinco muertos.
«Odesa: cinco ucranianos muertos y 18 heridos. Y solo son los que hemos logrado encontrar» hasta ahora, indicó en Telegram el funcionario, Andrii Yermak.
«Es probable que el balance sea mayor», agregó, y añadió que entre las víctimas mortales había «un bebé de tres meses».
La Fuerza Aérea de Ucrania destacó en Facebook que las fuerzas rusas dispararon una serie de misiles desde bombarderos Tu-95 sobre el Mar Caspio.
Dos misiles impactaron en una instalación militar y dos en edificios residenciales. Otros dos fueron destruidos por el sistema de defensa antiaérea, según la Fuerza Aérea.
«El único objetivo de los ataques de misiles rusos contra Odesa es el terror», afirmó en Twitter el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba.
Kuleba pidió levantar «un muro entre la civilización y los bárbaros que atacan ciudades pacíficas con misiles».
AFP