El jefe de Estado alemán participó este domingo en los homenajes a las 80.000 personas fallecidas en su país por covid-19, aprovechando para hacer un llamado a la unidad en momentos en que la sociedad está dividida por las medidas tomadas por la canciller Angela Merkel.
«¡No permitamos que la pandemia, que nos obliga al distanciamiento social entre individuos, divida también a nuestra sociedad!», señaló Frank-Walter Steinmeier en una ceremonia en Berlín, en presencia de los principales líderes del país, incluida la canciller y familiares de las víctimas.
«Estamos agotados por el peso de la pandemia, cansados de las polémicas en torno a la mejor estrategia» a desarrollar, al tiempo que justificaba la privaciones de libertad.
«Soy consciente de que las restricciones, que son necesarias en situaciones de excepción como una pandemia, pueden haber causado sufrimiento de manera involuntaria», subrayó el presidente alemán, «pero también tengo claro que los líderes políticos tuvieron que tomar decisiones muy difíciles para evitar una catástrofe aún mayor», añadió.
Asimismo, los presidentes de los gobiernos de los 16 landers (estados federales) habían invitado a la población poner velas en las ventanas de noche, este fin de semana.
«Queremos que haya una toma de conciencia de lo que hemos perdido», aseguraron en un mensaje común, «pero también recuperar la fuerza y la esperanza».
– «Detrás de cada cifra, hay una existencia» –
Cuando se anunció esta ceremonia, el socialdemócrata Steinmeir, destacó: «es muy importante hacer una pausa para despedirse con dignidad de todos aquellos que murieron durante la pandemia, incluso de aquellos que no perdieron la vida por el virus pero que murieron en soledad».
La esposa de un médico de 59 años, fallecido, Anita Schedel, destacó la dificultad de llorar a sus seres queridos. «tras llegar al hospital, mi marido me llamó para decirme: ‘No te preocupes, estoy en buenas manos, pronto nos reencontraremos’. Estas fueron sus últimas palabras», afirmó.
Para Steinmeier, es esencial tomar cierta distancia respecto a los datos diarios y recordar que «detrás de cada cifra, hay una existencia».
En marzo ya se había reunido con familiares de víctimas que, además de su dolor de perder a un ser querido, expresaron el sufrimiento por no haber podido estar a su lado en sus últimos días, ni haber organizado un verdadero funeral.
Michaela Mengel, representantes de los familiares, no pudo contener sus lágrimas cuando recordó las últimas horas de vida de su hija, que contempló desde la pantalla de un teléfono móvil.
«Tenía tubos de oxígeno en la nariz y me miraba con sus grandes ojos», no podía hablar, explicó sobre el ingreso en un hospital de su hija durante el periodo de Navidad. «Le dije: ‘Adiós mi querida, te quiero, mamá volverá'».
Desde hace meses, los medios alemanes suelen publicar emotivas historias de familiares de víctimas para darles un rostro y una voz póstuma.
– Sin mejoras –
Este homenaje se produce en plena tercera ola en Alemania, donde el número de casos y muertos vuelve a aumentar, y la campaña de vacunación no termina de arrancar.
Hasta este domingo, Alemania ha reportado 3,14 millones de contagios y casi 80.000 muertos por covid-19.
La situación epidémica no mejora en Alemania y el gobierno de Merkel prepara nuevas restricciones, como toques de queda nocturnos, en un país con una gestión descentralizada de la crisis sanitaria.
«El virus no perdona las medidas a medias tintas, que no hacen más que agravar» su circulación, advirtió el viernes la canciller durante el debate de una ley para que refuerce las competencias del gobierno central para combatir la pandemia, cuya aprobación está prevista para la semana próxima.