La respuesta occidental a la invasión rusa de Ucrania reveló en 2022 su «doble rasero» con los abusos de los derechos humanos en otras partes del mundo, afirmó Amnistía Internacional, que alertó también del «deterioro» de la situación en América Latina.
Su informe anual sobre los derechos humanos en el mundo denuncia el silencio de los países occidentales en 2022 sobre la situación en Arabia Saudita, la represión en Egipto y el trato de Israel a los palestinos.
La reacción a la agresión rusa que comenzó el 24 de febrero de 2022 «es formidable, es una respuesta que debería ser un modelo para las otras crisis presentes y futuras», dijo a la AFP la secretaria general de Amnistía, Agnès Callamard.
Pero «puso en evidencia el propio doble rasero» de Occidente y su «respuesta inconsecuente a tantas otras violaciones de la Carta de la ONU», lo que refuerza la «inestabilidad y la impunidad» como en China, con la represión en Xinjiang o Hong Kong, abunda el informe.
Muchos países impusieron sanciones a Moscú y abrieron sus fronteras a los refugiados ucranianos, y la Corte Penal Internacional inició una investigación sobre crímenes de guerra que la llevó a pedir la captura del presidente ruso, Vladimir Putin.
Esta respuesta contrastaría así con la reacción ante otras situaciones, como en Arabia Saudita donde la gente es encarcelada por su opinión en «juicios manifiestamente injustos» o se condenó a muerte a 81 hombres en un solo día.
En Egipto, según la oenegé con sede en Londres, miles de defensores de derechos humanos, periodistas, manifestantes y presuntos disidentes permanecen entre rejas y «la tortura sigue practicándose de manera generalizada».
Amnistía también critica la «negativa» de Occidente a enfrentar el «sistema de apartheid» de Israel contra los palestinos, que «se vio consolidado en 2022» con la ampliación de los «asentamientos ilegales», y de «atacar» en cambio a quienes lo denuncian.
Y Estados Unidos, que acogió a decenas de miles ucranianos, expulsó entre septiembre de 2021 y mayo de 2022 a «más de 25.000 haitianos», tras someter a «muchos de ellos a torturas y otros malos tratos», denunció Callamard.
Los «intereses individuales» de los miembros de las instituciones globales y regionales también impidieron responder «adecuadamente» a los conflictos donde miles de personas pierden la vida como en Etiopía, Birmania y Yemen, según la organización.
– «Deterioro» en América Latina –
Cuando este año se cumple el 75º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que nació de las escombros de la Segunda Guerra Mundial, Amnistía Internacional denuncia una regresión en todas las regiones del mundo.
«En América Latina, como en el resto del mundo, hemos visto un deterioro en la protección de los derechos, particularmente el derecho a manifestarse, a tener opiniones diferentes», aseguró a la AFP Callamard, que cita el caso de Perú.
Desde la caída del presidente peruano Pedro Castillo a finales de 2022, 54 personas fallecieron en violentas protestas, según las autoridades. La fiscalía investiga a su sucesora, Dina Boluarte, para evaluar su responsabilidad en estas muertes.
«En varios casos, la respuesta de las autoridades a las protestas se tradujo en violaciones de derechos humanos, incluido el uso ilegítimo de la fuerza», especialmente «contra población indígena y campesina», según la organización.
«Los pueblos indígenas son los primeros afectados por esta represión [sobre los derechos] ya sea en México, Perú o Colombia», subraya la secretaria general.
El informe de 2022 también alerta de la violencia contra las mujeres, sobre todo en México, que registró cientos de feminicidios «facilitados por la impunidad», y de la discriminación que sufren las refugiadas venezolanas en Colombia, Ecuador o Perú.
En un año marcado por la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de tumbar el derecho al aborto a nivel nacional, Amnistía alerta que este «sigue estando penalizando en cinco países» del resto del continente, como El Salvador.
La oenegé destaca la decisión en Colombia de despenalizar el aborto durante las primeras 24 semanas de embarazo, uno de los avances para las mujeres junto a la ley en España del «solo sí es sí» que considera agresión toda actividad sexual sin consentimiento explícito.
La guerra en Ucrania también desvió la atención «sobre la crisis climática», cuando las catástrofes vinculadas al calentamiento del planeta parecen «fuera de control», agrega la organización.
AFP.