La masacre donde murieron al menos 50 reclusos el pasado viernes le ha dado la vuelta al mundo con imágenes atroces de los cadáveres apilados en el patio del Centro Penitenciario de Los Llanos.
La directora de Amnistía Internacional, Ana Piquer, afirmó que las autoridades venezolanas deben investigar el hecho para que crímenes de lesa humanidad no queden impunes.
Mientras tanto, a tres días de lo ocurrido el silencio en el régimen sobre lo sucedido es sepulcral.
Las versiones dan cuenta sobre posibles razones de la reyerta que terminó en masacre. Presuntamente la prohibición de ingreso de comida por parte de familiares de los reos habria sido el detonante.
Por su parte lo único que ha dicho la dictadura es que se trató de un intentó de fuga de un grupo de reos del penal.