Los defensa de Alex Saab presentó este jueves ante la corte federal de Miami una carta del régimen autoritario de Venezuela, firmada por el mismo Nicolás Maduro, que lo acreditaba ante el líder supremo de Irán, Ayatollah Ali Hosseini Khamenei, cuando fue arrestado en junio de 2020 por una orden de Estados Unidos.
La medida de los abogados tuvo lugar horas después de que la fiscalía de Cabo Verde concediese el arresto domiciliario al colombiano de 49 años, que trata de evitar su extradición a Estados Unidos por cargos de presunto lavado de dinero.
Funcionarios estadounidenses creen que Saab guarda numerosos secretos acerca de cómo Maduro, su familia y sus principales asesores desviaron supuestamente millones de dólares en contratos gubernamentales mientras la nación, rica en petróleo, pasa hambre. Fue detenido el pasado mes de junio cuando su avión hizo una parada para repostar durante un vuelo a Teherán, a donde al parecer había sido enviado para negociar acuerdos para intercambiar oro venezolano por gasolina iraní.
El gobierno del ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, convirtió la extradición de Saab en un asunto prioritario, y llegó a enviar un buque de guerra de la Armada al archipiélago africano para vigilar al cautivo y desalentar cualquier plan de Venezuela para tratar de sacarlo de prisión.
En Caracas, el proceso contra Saab está considerado un intento velado de cambio de régimen y es probable que complique cualquier intento de Maduro por comenzar de cero con el gobierno de Joe Biden. Además, las autoridades mantienen a varios estadounidenses presos en Caracas, incluyendo seis ejecutivos petroleros venezolano-estadounidenses y dos ex Boinas Verdes atrapados en una redada fallida para capturar a Maduro.
Abogados del despacho Baker & Hostetler presentaron una moción para la retirada de los cargos de Estados Unidos, alegando que Saab tiene inmunidad por los múltiples puestos diplomáticos que ha ocupado en el gobierno de Maduro desde 2018.
Como evidencia, presentaron cartas firmadas por el ministro de Exteriores de Maduro acreditando supuestamente a Saab como enviado especial para ayuda humanitaria, además de una resolución, firmada el mes pasado, que lo nombraba representante permanente alterno de Venezuela ante la Unión Africana en Etiopía.
Además, hay una carta dirigida al ayatolá Ali Jamenei en la que Maduro pide al líder supremo de Irán que ayude a Saab a obtener un envío “urgente” de 5 millones de barriles de gasolina tras la llegada de otros antes procedentes también de la República Islámica. En otra aparente nota diplomática, la embajada de Irán en Caracas se refiere a la próxima visita “oficial” de Saab y a una petición para la entrega de medicamentos de fabricación iraní.
“La llegada de los buques de gasolina iraní ha significado un hito histórico en nuestras relaciones bilaterales y selló decididamente el amor del pueblo venezolano por Irán”, escribió Maduro en la carta del 11 de junio que supuestamente llevaba Saab en el momento de su detención. “La emoción colectiva de Venezuela cuando los buques portadores de la bandera iraní arribaron a nuestras aguas jurisdiccionales, indicaban una victoria de las relaciones entre Estados soberanos, jamás sometidos a Imperio alguno”.
En 2019, el gobierno de Trump reconoció al líder opositor Juan Guaidó como el líder legítimo de Venezuela, cerró la embajada estadounidense en Caracas e impuso duras sanciones petroleras al gobierno socialista de Maduro.
Los abogados de Saab alegan que la campaña estadounidense contra Maduro, quien también fue acusado en una corte federal de Nueva York por supuesto narcotráfico, no sustituye al derecho internacional.
“Las irregulares relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Venezuela no permiten que la Corte ignore la Convención de Viena”, afirmaron los letrados de Saab en su escrito. ”Sea cual sea su opinión sobre el señor Maduro, Estados Unidos sigue reconociendo a Venezuela como un miembro soberano de la comunidad de naciones, y el derecho internacional le exige respetar los derechos soberanos de ese estado, incluyendo el envío de emisarios diplomáticos a cualquier otro país del mundo”.
La fiscalía federal de Miami acusó a Saab en 2019 por cargos de lavado de dinero relacionados con una supuesta trama de sobornos que obtuvo más de 350 millones de dólares de un proyecto de viviendas del ejecutivo venezolano para gente con bajos ingresos que nunca llegó a construirse.
La moción cita el proceso de finales de la década de 1980 contra el exdirigente panameño Manuel Noriega para alegar que Saab debería poder presentar su defensa antes incluso de su extradición. Normalmente, los acusados considerados prófugos tienen prohibido hablar ante una corte federal.
El equipo legal de Saab también desafió la jurisdicción de los tribunales estadounidenses, señalando que su defendido no ha viajado a Estados Unidos en casi tres décadas y que los beneficios de la supuesta trama fueron depositados en cuentas bancarias en Miami pertenecientes a otros presuntos conspiradores no identificados.
“Estados Unidos tiene apenas una supuesta mínima conexión con los presuntos delitos”, señaló el escrito.
El gobierno de Venezuela se ha opuesto con vehemencia al enjuiciamiento de Saab, visto como un velado intento de cambio de régimen por parte del gobierno de Trump, y le ordenó resistir a su extradición a toda costa.
“Tenemos razones bien fundadas para estimar que, en caso de ser extraditado a Estados Unidos, usted será presionado por cualquier método, legitimo o no, para la revelación de dicha información, lo que supondría un gran riesgo para nuestro país”, señaló una carta firmada por el ministro de Exteriores, Jorge Arreaza, incluida en los documentos del jueves.
Una corte en Cabo Verde decretó este mes que Saab podía ser extraditado a Estados Unidos, aunque debe ser la corte suprema del país la que de la autorización final.
El jueves, la fiscalía de la nación insular justificó su decisión de concederle el arresto domiciliario mientras avanza el proceso de apelación porque resultó que ya había estado detenido más tiempo del permitido.
El equipo legal de Saab para el caso de extradición, encabezado por el jurista español Baltasar Garzón, celebró la decisión como muy tardía, señalando que haber pasado siete meses encarcelado en “condiciones inhumanas” había exacerbado sus problemas de salud. Bajo el arresto domiciliario, Saab puede recibir ahora el tratamiento adecuado, afirmaron los abogados en un comunicado.
“Seguiremos recurriendo y exigiendo que se respete la inviolabilidad del agente diplomático Alex Saab y que se rechace la extradición a EEUU por infundada y porque obedece a una clara persecución política en la lucha contra un objetivo mayor, como es el Gobierno de Venezuela”, afirmó Garzón en una nota.
Con información de AP