Por un lado, ordenó suspender las negociaciones dirigidas a conseguir un plan de alivio económico, hasta después de las elecciones. Por otro, exigió la emisión de cheques de 1.200 dólares para ayudar a las familias y a las pequeñas empresas. Así de bipolar fue el comportamiento de Donald Trump, durante la jornada de este 6 de septiembre.
Hacia la noche del martes, el jefe de Estado pidió, a sus negociadores, dejar en pausa las conversaciones que mantenían con los demócratas en el Congreso. Esos diálogos buscaban obtener un acuerdo bipartidista que permitiera la liberación de más de 3.000 millones de dólares.
Los fondos serían inyectados a una economía estadounidense que se ha contraído durante la pandemia por Covid-19 y que requiere, con urgencia, un programa de ayuda para iniciar su recuperación.
Tras girar su instrucción, el mandatario republicano se fue a Twitter. Desde esa plataforma, el titular de la Casa Blanca se dirigió a Nancy Pelosi, líder de los demócratas y presidente de la Cámara de Representantes del Congreso.
“Si me envían una ley enfocada en los cheques de estímulo, se enviarán a nuestra gran gente inmediatamente. Estoy listo para firmar ahora mismo. ¿Estás escuchando, Nancy?”, escribió Donald Trump.
En otro tuit, el magnate se mostró a favor de ayudar a las aerolíneas y a los pequeños inversionistas, los dos grupos más afectados por la recesión que ha generado el nuevo coronavirus.
“La Cámara y el Senado deben aprobar inmediatamente 25 mil millones de dólares para el apoyo a las nóminas de las aerolíneas y 135 mil millones de dólares para el programa de protección de cheques de pago para pequeñas empresas”, expresó.
Un alto funcionario relacionado con el tema aseguró que “un paquete de estímulo a gran escala está al mergen”, por lo que la Casa Blanca estaría preparando una serie de paquetes de ayuda sectorizados y mucho más pequeños.