Ni cese de la tiranía ni vuelta a la democracia. Ese es el balance conclusivo al que llegó Carlos Berrizbeitia, luego de bosquejar los logros y fracasos obtenidos por la dirigencia política opositora, desde que se consumó su mayoría dentro de la legítima Asamblea Nacional (AN).
Para legislador, quien se desempeña como segundo vicepresidente del Parlamento legítimo, las estrategias que se implementaron desde 2016 y que se intensificaron a partir 2019 no lograron cohesionar a los factores democráticos ni expulsar a Nicolás Maduro del Palacio de Miraflores.
“Yo no voy a decir que no soy parte de este proceso político que fracasó. ¿Por qué fracasó? Bueno porque no logramos la salida democrática del país”, admitió Berrizbeitia, durante una conversación sostenida con “El Ciudadano” Leopoldo Castillo.
Tras el mea culpa, el asambleísta consideró necesario enderezar el rumbo y “poner al país por delante”. “[Hay] que quitar esa palabra de diálogo (…) por una palabra en mayúsculas: ‘negociación’”, enfatizó el líder político.
A juicio de Carlos Berrizbeitia, tales conversaciones tienen que contar con la vigilancia y los buenos oficios de Estados Unidos y de la Unión Europea. En su opinión, son Washington y Bruselas quienes tienen que fungir como veedores y garantes del proceso.