El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viaja este miércoles hacia Europa con la misión de reforzar la unidad de los países occidentales y aumentar las sanciones sin precedentes contra Rusia por su intento, al invadir Ucrania, de alterar el equilibrio de poder posterior a la Guerra Fría.
El conflicto con el presidente ruso, Vladimir Putin, está redefiniendo la presidencia que Biden asumió hace 14 meses, conforme deja a un lado los asuntos domésticos para liderar la alianza transatlántica en una de las más serias crisis que ha afrontado Europa en décadas.
Después de los cuatro años de Donald Trump, que trató a las naciones europeas como competidoras y despreció el tradicional papel estadounidense de socio principal en la OTAN, Biden ha puesto el acento en la unidad. En reuniones de ida y vuelta en Bruselas el jueves, irá por más.
El consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo a los periodistas que Biden buscará «reforzar la increíble unidad que construimos con nuestros aliados y socios».
Sullivan también dijo que profundizará las sanciones económicas impuestas por una red global de aliados occidentales para castigar las finanzas rusas.
Un paquete aún mayor de sanciones será «dado a conocer junto con nuestros aliados el jueves», aseguró Sullivan. No dio detalles, más allá de decir que el paquete «se enfocará no solo en añadir nuevas sanciones sino en garantizar que haya un esfuerzo conjunto para que no se eludan las sanciones».
El jueves, Biden asistirá a reuniones con la OTAN, el G7 y el Consejo Europeo. El viernes vuela a Polonia, vecina de Ucrania y que ahora es la primera línea en lo que algunos llaman la nueva Guerra Fría. El sábado se encontrará con su presidente, Andrzej Duda.
La intensa agenda diplomática marca un momento crucial en la peligrosa confrontación con Putin, quien busca forzar a Ucrania a renunciar a su postura pro-occidental. Después de un mes de combates, las fuerzas rusas han arrasado con varias franjas del país pero todavía cuentan con pocas victorias militares significativas, mientras los ucranianos siguen resistiendo.
– El asunto de China –
A pesar de que las fuerzas ucranianas armadas por Occidente han resistido con éxito la embestida rusa, Sullivan se mostró en contra de cualquier expectativa que implique un final rápido de la guerra o un repliegue de Moscú.
«Vendrán días duros en Ucrania, los más duros para las tropas ucranianas en el frente y los civiles bajo el bombardeo ruso», estimó. «Esta guerra no terminará ni fácilmente ni rápidamente».
Si el conflicto se prolonga, la capacidad de Rusia para sortear las pérdidas militares y las sanciones económicas dependerá en parte de qué posición adopte su socia China.
Pekín se ha negado a condenar la guerra de Putin o a respaldar las sanciones de Occidente. Hasta ahora, el principal objetivo de Washington ha sido asegurarse de que los chinos no intervengan activamente del lado del Kremlin, sea rescatando la economía rusa o incluso enviando armas.
Sullivan afirmó que no había señal de que China estuviera brindando asistencia militar, días después de la conversación telefónica de casi dos horas que sostuvieron Xi Jinping y Joe Biden.
«Esto es algo que estamos monitoreando de cerca», añadió.
Biden «ciertamente consultará sobre una potencial participación de China en el conflicto en Ucrania mientras esté en Bruselas y también en la OTAN», explicó Sullivan.
«También lo hará cuando se dirija a los 27 líderes de la Unión Europea, porque el 1 de abril, la Unión Europea tendrá una cumbre con China», dijo.
«Creemos que estamos muy sintonizados con nuestros socios europeos» sobre ese tema.
Como un lunar en los planes de viaje de Biden, su portavoz, Jen Psaki, deberá quedarse en Estados Unidos por dar positivo en la prueba de covid-19, resultado anunciado el martes.
AFP