Este lunes, para la revista Semana de Colombia, la diseñadora Blanca Arroyo se pronuncia oficialmente tras acusaciones de ser parte de las «muñecas de la mafia de Pdvsa».
La vinculada con Johana Torres explicó que el vestido que realizó fue con telas importadas; sin embargo, ha hecho más costosos. El traje costaba alrededor «no era ni siquiera algo de otro mundo, era tela fina de alta costura con plumas», que podía costar entre cino mil y seis mil millones de pesos.
Resaltó que Dubái, donde se dieron los hechos es «una ciudad show».
«Mi relación con Johana es laboral, yo soy muy cariñosa y amable con todo el mundo, planificamos hacer un vestido que ni siquiera se lo hice porque no nos dió tiempo porque ella se venía a Venezuela. Me invitó a su casa y de ahí partimos, cociné como una situación normal», explicó.
A su vez, indicó que Torres no es la única clienta que tiene venezolana «con dinero» y que con su trabajo, es normal que conozca a tantas personas, aún más, viviendo seis meses en Dubái y otros seis meses en Colombia.
«Soy buena en lo que hago y soy talentosa, por eso la gente me busca (…) Yo hablo con el pobre y con el rico», mencionó.
Arroyo subrayó que su relación «laboral» con Torres, se dio por medio de una latina. «Ella tiene un restaurante, incluso estaba en uno de los congresos más grandes de comida a nivel mundial (…) Entonces qué se va a dudar, si estaba hasta bien vestida. Yo nunca supe nada de eso, ni sé que es eso», añadió.
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