Chevron Corp. presentó declaraciones fiscales en Venezuela por un valor aproximado de 300 millones de dólares durante 2023, revelaron documentos revisados por Bloomberg News. Estas declaraciones generan dudas sobre el beneficio económico que el dictador Nicolás Maduro podría estar obteniendo de la producción petrolera de la compañía estadounidense, a pesar de las sanciones impuestas por Estados Unidos.
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Según los registros, Chevron reportó deudas fiscales al Seniat, la agencia tributaria venezolana controlada por el régimen, por 8,1 mil millones de bolívares a través de su filial local, Chevron Global Technology Services Company. Sin embargo, no se especifica si la compañía cumplió con estos pagos, lo que podría contravenir las condiciones de su licencia otorgada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro de EE. UU.
La Licencia General 41 prohíbe expresamente a Chevron pagar impuestos, regalías o dividendos al régimen venezolano, representado por Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y otras entidades estatales. También impide la venta de crudo fuera de EE.UU. o la expansión de sus operaciones en Venezuela.
A pesar de estas restricciones, documentos indican que las empresas conjuntas de Chevron, como Petropiar y Petroboscan, reportaron obligaciones fiscales equivalentes a 217 y 83 millones de dólares respectivamente, utilizando una tasa promedio de 27 bolívares por dólar. Chevron posee participaciones minoritarias en ambas empresas y en otras dos con PDVSA.
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Actualmente, Chevron produce alrededor de 200.000 barriles diarios, lo que representa casi el 23% de la producción total de Venezuela. Analistas estiman que la producción petrolera del país podría alcanzar un millón de barriles diarios en 2025, aunque con proyecciones de estancamiento a partir de entonces.