La disputa entre el régimen de Nicolás Maduro y el Gobierno Interino de Juan Guaidó sobre las pruebas de antígeno para el COVID-19 enviadas por por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) amenaza con restringir el acceso de Venezuela a las vacunas contra el coronavirus.
De acuerdo con un reporte publicado por la agencia de noticias Bloomberg: «Los términos del acuerdo entre ambas fracciones políticas, para usar fondos extraterritoriales congelados por las sanciones de Estados Unidos para adquirir pruebas de antígenos y distribuirlas en los hospitales no se cumplieron».
Para finales del mes de octubre de 2020, llegaron a ese país un lote de pruebas que el Gobierno usurpador controló a su manera, incumpliendo con las directrices de la OPS. Ante ello, Bloomberg explica que de 340.000 pruebas antígenos, solo han sido utilizadas alrededor de 3.000, lo que se traduce en 1% del material recibido.
Asimismo, detallan que hasta el 7 de enero solo se habían realizado alrededor de 485.000 pruebas de PCR desde que se informó el primer caso de coronavirus en marzo, según un documento del Ministerio de Salud al que la agencia tuvo acceso. «Esa es una tasa de solo 17 pruebas por cada 1.000 personas, una de las tasas de pruebas más bajas reportadas en América del Sur. Bolivia, también baja en la lista, ha realizado 37 pruebas por cada 1.000», comentan.
De acuerdo con cifras del régimen autoritario, en Venezuela actualmente se han reportado 122.260 contagios y hasta la fecha se han realizado 2.532.669 pruebas. «Maduro, por su parte, puede no ver la necesidad de trabajar con la OPS o la OMS para obtener vacunas», indica Bloomberg.
El año pasado, el chavismo anunció la compra a Rusia de 10 millones de vacunas de Sputnik-V, que se espera lleguen a Venezuela durante el primer trimestre de 2021.
Con información de Bloomberg