Apenas 48 horas son las que separan a Bolivia de sus próximos comicios presidenciales. Este domingo, 18 de octubre, la nación del altiplano acudirá, a las urnas electorales, para votar por el sucesor del ex presidente Evo Morales.
Las elecciones de este año suplantarán las que fueron efectuadas en octubre de 2019. Aquellas votaciones fueron impugnadas y, posteriormente, anuladas por la manipulación ocurrida durante el proceso de escrutinio.
La irregularidad le costó el cargo al ex presidente Morales, quien se jugaba la reelección para un cuarto mandato consecutivo. El ex jefe de Estado se vio obligado a renunciar y a abandonar su país, en medio de intensas manifestaciones civiles, que fueron apoyadas por los organismos de seguridad.
A las elecciones del domingo, acude Luis Arce, candidato por el Movimiento Al Socialismo, un partido que, con Evo Morales a la cabeza, se mantuvo en el poder por mucho más de una década.
Sondeos indican que Arce es el favorito entre los electores. Pese a ello, no queda claro si el aspirante masista ganará en primera vuelta o si deberá ir a una segunda ronda.
Además de Arce, hay otros seis contendores. Todos ellos representan a distintos sectores de la oposición que, por mucho tiempo, adversó a Evo Morales. El más notable de esos aspirantes es Carlos Mesa, segundo en intención de voto, según las encuestas.
Mesa cerró su campaña el pasado miércoles, en medio de un multitudinario acto que se efectuó en la ciudad de Santa Cruz, su bastión político. En él se centran las esperanzas de aquellos que no desean que el Movimiento Al Socialismo retome las riendas del Ejecutivo boliviano.