El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, designó este lunes al cardiólogo Marcelo Queiroga como ministro de Salud, el cuarto en menos de un año, mientras que el sistema sanitario está al borde del colapso por la pandemia del coronavirus que ya ha dejado casi 280.000 muertos.
«Fue decidido ahora en la tarde designar al médico Marcelo Queiroga para el ministerio de Salud», dijo Bolsonaro a sus simpatizantes frente al palacio de Alvorada, su residencia en Brasilia.
El nombramiento se concretará el martes, cuando se publique en el diario oficial y la transición «debe tomar una o dos semanas», precisó.
Bolsonaro hizo el anuncio poco después de reunirse con Queiroga y de que el actual ministro, el general Eduardo Pazuello, admitiera que el mandatario de ultraderecha buscaba sustituirlo para «reorganizar» esa cartera.
«La conversación (con Queiroga) fue excelente», indicó Bolsonaro, quien entró en conflicto con los dos predecesores de Pazuello, que cuestionaban la falta de orientaciones «científicas» por parte del presidente para enfrentar la pandemia.
Pazuello, por su lado, tenía una concepción castrense de sus funciones, acatando fielmente las orientaciones de Bolsonaro: «Es así de sencillo: uno manda y otro obedece», declaró el general en octubre.
Queiroga «tiene todo a mi entender para hacer un buen trabajo, dando continuidad en todo lo que Pazuello hizo hasta hoy», contó el mandatario.
El nombramiento de Queiroga, presidente de la Sociedad Brasileña de Cardiología (SBC), ocurre en momentos en que el gobierno es blanco de duras críticas por el manejo caótico de la crisis sanitaria y por el negacionismo del jefe de Estado ante su gravedad.
¿Un cambio de rumbo?
Para el epidemiólogo Mauro Sanchez, de la Universidad de Brasilia, el nuevo ministro tendrá la delicada tarea de tratar de imprimir un «cambio de rumbo» a la política sanitaria de Brasil, convertido en epicentro mundial de la pandemia.
«Sin controlar la pandemia y con el surgimiento de nuevas mutaciones, Brasil es percibido como una amenaza», explicó Sanchez.
El hecho de que Queiroga sea médico no garantiza el éxito de su misión, pero en el actual contexto «aporta cierta tranquilidad a la población y le da cierta legitimidad en el cargo» agregó.
Con información de AFP