Las lluvias que cayeron durante la noche en zonas de Grecia azotadas por los incendios ayudaron a «mejorar la situación» el jueves, según un alcalde del Peloponeso, aunque cientos de bomberos y residentes continúan luchando contra el fuego.
Los frentes de los incendios siguen activos en la isla de Eubea y en Arcadia, Mesenia y Mani, localidades ubicadas en la península del Peloponeso, dos regiones donde las llamas vuelven a surgir de manera constante, señaló a la AFP un responsable del servicio de bomberos.
Un nuevo incendio se declaró este jueves entre la maleza de Asprópyrgos, una zona industrial a unos 30 kilómetros al oeste de Atenas.
La bajada de las temperaturas este jueves, a unos 33 grados de máximo, según el pronóstico meteorológico, y las precipitaciones acaecidas durante la noche en Eubea, han ayudado a «mejorar la situación» en el Peloponeso y Grecia central, indicó Stathis Koulis, alcalde del municipio de Gortynía.
Esta localidad, situada en la región montañosa de Arcadia, en el Peloponeso, es el principal foco de la península, donde los barrancos dificultan el trabajo de los bomberos.
Los habitantes de una veintena de pueblos han sido evacuados en los últimos días, al mismo tiempo que unos 680 bomberos luchan sin descanso contra las llamas.
Ante la magnitud de los incendios que azotan Grecia, números países, sobre todo europeos, enviaron más de 1.200 personas de refuerzo, además de vehículos y equipos.
Tres personas han muerto en los incendios que han devastado casi 100.000 hectáreas en Grecia desde el 29 de julio, según el Sistema Europeo de Información de Incendios Forestales (EFFIS), y que han provocado la evacuación de miles de residentes.
En ocho días, se contabilizaron 586 incendios en Grecia, causados por la peor ola de calor en tres décadas en un país mediterráneo acostumbrado a las altas temperaturas y a los incendios forestales en verano.
Con información de AFP