El primer ministro británico, Boris Johnson, ha aceptado dimitir tras el aluvión de renuncias en su Ejecutivo, en una conversación con el líder del grupo de diputados conservadores sin cartera, Graham Brady, según informó la BBC.
Johnson, presentará este jueves su dimisión como líder del Partido Conservador ante la cascada de dimisiones en el seno del Gobierno, si bien pretende permanecer como primer ministro hasta octubre cuando asuma su sucesor, según ha informado la cadena de televisión británica BBC.
Johnson ya le comunicó a la reina Isabel II su decisión de dejar el cargo y “hará una declaración al país” el jueves, dijo un portavoz de Downing Street, luego de los informes de que renunciará como líder conservador. A las afueras de la casa de gobierno ya los medios se encuentran instalados a la espera de las novedades, mientras funcionarios acuden para sostener reuniones con el mandatario.
Según estas informaciones, Johnson ha manifestado su disposición a abandonar el cargo ante el aumento de la presión sobre él durante los últimos días, tras lo que se abrirá una carrera por la sucesión entre los ‘tories’ de cara a la conferencia del partido en octubre, cuando la persona elegida le sustituiría como primer ministro.
A primera hora de este jueves renunciaron el ministro británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, y varios secretarios de Estado, con lo que son ya 59 los cargos que han abandonado el Ejecutivo desde el martes. También ha presentado su dimisión la ‘número dos’ del Partido Conservador, Caroline Johnson.
Mostrando que no quería irse sin dar batalla, Johnson había destituido el miércoles por la noche al ministro de Vivienda y Gobierno Local, Michael Gove, su mano derecha en la campaña de 2016 por el Brexit, que le pidió renunciar por el bien del partido y del país.
A última hora de la tarde del miércoles, un grupo de fieles colaboradores, entre ellos la ministra del Interior Priti Patel, había ido a Downing Street para pedirle que aceptara que, sin el apoyo de la formación, ya no podía seguir.
Según el diario The Sun, Johnson le dijo a sus colegas que tendrían que mancharse “de sangre las manos” para sacarlo del cargo.
Pero el jueves por la mañana, las portadas de la prensa británica destacaron la situación insostenible en que se encontró el jefe del gobierno.
El Daily Express, diario favorable a los conservadores, se refirió a la “última batalla” de Johnson y el Daily Telegraph concluyó que el primer ministro estaba “herido de muerte”.
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