El primer ministro Boris Johnson, debilitado por el escándalo de las fiestas en Downing Street durante los confinamientos, se enfrentará el lunes a un voto de confianza de su Partido Conservador, que puede descabalgarlo del poder o garantizar su permanencia al menos un año más.
Para lanzar esta votación, debían solicitarla por carta al menos 15% de los 359 diputados de la mayoría conservadora, es decir 54.
Unos 40 habían pedido públicamente la dimisión del controvertido primer ministro la semana pasada, pero el procedimiento es secreto hasta que se alcanza el número necesario.
Sin embargo, Johnson fue informado el domingo por la noche de que el voto había sido activado, explicó el lunes por la mañana Graham Brady, presidente del Comité 1922, que gestiona el grupo parlamentario conservador.
Algunos de los diputados, dijo, decidieron retrasar sus cartas hasta finalizado el «jubileo de platino», los cuatro días de emotivas celebraciones nacionales que vieron a millones de personas en todo el país salvar sus diferencias para festejar juntos los excepcionales 70 años pasados en el trono por la reina Isabel II.
Graham y Johnson acordaron que «en línea con las reglas establecidas, la votación debía realizarse lo antes posible y será hoy», explicó.
Tendrá lugar entre las 18H00 (17H00 GMT) y las 20H00 (19H00 GMT) y el recuento se realizará inmediatamente, informó un breve comunicado, sin precisar cuándo ni cómo se anunciará su resultado.
Si Johnson pierde, el partido deberá celebrar en las próximas semanas elecciones internas para designar a un nuevo líder, que se convertirá automáticamente en el nuevo primer ministro. Pero si gana, no podrá volver a ser sometido a otro voto de confianza durante el próximo año.
Es un modo de «poner un punto final y seguir adelante», dijo un portavoz del primer ministro, asegurando que el dirigente «agradece la oportunidad de exponer su caso a los parlamentarios y les va a recordar que cuando estamos unidos y centrados en las causas que le importan a nuestros votantes no hay una fuerza política más formidable» que el Partido Conservador.
– Defensa «grotesca» –
El «partygate», escándalo de las fiestas organizadas durante el confinamiento, que comenzó hace seis meses, fue atizado por la publicación el 25 de mayo de un informe interno que detalló la magnitud de las infracciones a las leyes anticovid en Downing Street, lanzando nuevos llamados a la dimisión de Johnson.
Su autora, la alta funcionaria Sue Gray, responsabilizó a los «altos cargos implicados» de la celebración de incontables eventos marcados por los excesos de alcohol en dependencias gubernamentales cuando los británicos estaban privados de ver a familiares y amigos.
No nombró a Johnson, quien solo recibió una multa de 50 libras (63 dólares) por haber participado en una fiesta por sus 56 cumpleaños el 19 de junio de 2020 en la sala del consejo de ministros.
En su defensa, el líder conservador aseguró que no se le había «ocurrido» que el breve encuentro «pudiera constituir una infracción de las normas».
Afirmó asumir la «plena responsabilidad por lo ocurrido» en otras celebraciones en sus oficinas, pero defendió su actuación y se negó a dimitir, asegurando que su responsabilidad era seguir adelante con «prioridades» como la guerra de Ucrania y la crisis por el coste de la vida, que impone sacrificios y estrecheces a muchos británicos.
No convenció sin embargo a muchos en sus propias filas, como el diputado Jesse Norman que calificando esta defensa de «grotesca» afirmó el lunes retirar a Johnson el apoyo que le había dado durante 15 años, como alcalde de Londres, jefe de la diplomacia y jefe de gobierno.
Sus partidarios salieron en su defensa: «no sé de ningún líder de partido, ya sea del Partido Conservador u otra formación, que tenga el 100% de respaldo de sus compañeros», aseguró a Times Radio el ministro de Sanidad, Sajid Javid, seguro de que Johnson obtendrá la confianza de la mayoría.
«El primer ministro cuenta con mi apoyo al 100% en la votación de hoy y animo encarecidamente a mis colegas a que le apoyen», tuiteó la ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss, considerada una de las candidatas para suceder a Johnson si es expulsado del poder.