Josep Borrell, Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea, luego de reunirse este miércoles con el presidente del Gobierno Español, Pedro Sánchez en Bruselas, decidió enviar una misión a Caracas.
El fin, negociar con el régimen de Nicolás Maduro para que se aplacen las elecciones del 6 de diciembre por seis meses, explica ABC.
En caso de que Maduro acepte ese retraso, la UE estaría dispuesta a enviar observadores internacionales y darle apariencia de normalidad democrática a unos comicios en los que los principales líderes opositores no pueden participar por estar presos o huidos del país.
Fuentes de toda solvencia consultadas en Madrid y Bruselas aseguraron a ABC que Enrique Mora, director político y vicesecretario general para Asuntos Políticos y Javier Niño Pérez, director de América del Servicio Europeo de Acción Exterior de la UE, tomaron anoche un vuelo privado en Bruselas con destino a Caracas y escala en República Dominicana sin que ningún otro país europeo, ni por supuesto Estados Unidos, hubieran sido informados de estas gestiones.
La misión estaba pactada con Nicolás Maduro quien esperaba reunirse con ellos después de que el avión aterrizara.
Esta gestión tiene lugar apenas una semana después de la publicación del informe de la Misión Internacional Independiente de Naciones Unidas sobre las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas, las detenciones arbitrarias y las torturas y tratos crueles cometidos en Venezuela desde el año 2014.
Hace pocas semanas la UE pidió a Turquía que pusiera en contacto al opositor Henrique Capriles con Maduro para que negociaran. Como resultado de ese encuentro Capriles aceptó participar en las elecciones y Maduro soltó a varios presos, pero dejó en la cárcel a los más importantes opositores.