Un sismo de 7.1 de magnitud en la escala de Richter sacudió este viernes en la noche nuevamente a California, EEUU convirtiéndose en el movimiento más fuerte que se ha sentido en el estado en este siglo, algo que mantiene en alerta a las autoridades locales.
Casas y carreteras agrietadas, incendios, muros destruidos fueron algunas de las secuelas que ha dejado este sismo.
Calificado como el peor y más fuerte que se ha sentido el movimiento ha despertado la alarma entre los habitantes de California por el temor de que pueda ocurrir un terremoto de proporciones incalculables.
El sismo ocurrió a 0.9 kilómetros de profundidad a las 20.19 hora local (03.19 del sábado GMT) y el epicentro se ubicó unos 17 kilómetros al norte-noreste de Ridgecrest, una localidad de unos 30.000 habitantes 250 kilómetros al norte de Los Ángeles, donde se sintió el temblor.