China afirmó este martes que la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, tras un conflicto que duró 20 años, significó para este país abrir «una nueva página», después de que Pekín criticase la caótica partida de Washington.
El gigante asiático ha criticado lo que califica como una retirada estadounidense precipitada y mal planificada, y destacó que está dispuesto a profundizar las relaciones «amistosas y cooperativas» con los talibanes tras su toma del poder.
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Estados Unidos terminó el lunes su retirada militar de Afganistán, poniendo fin a la guerra más larga que ha sostenido en su historia.
«Afganistán pudo liberarse de la ocupación militar extranjera», destacó el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Wang Wenbin, en una sesión de información habitual.
«El pueblo afgano marcó un nuevo comienzo para la paz y la reconstrucción nacional y Afganistán ha dado vuelta a una nueva página», añadió.
La embajada china en Kabul continúa abierta, aunque Pekín había comenzado meses atrás a evacuar a sus ciudadanos de este país a causa del deterioro de la seguridad.
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Pekín todavía no ha reconocido al gobierno ‘de facto’ de los talibanes porque desconfía del grupo activista que brinda apoyo a los separatistas uigures, minoría musulmana, que busca infiltrarse a través de su sensible frontera en la provincia de Xinjiang (noroeste de China).
«Esperamos que Afganistán logre formar un gobierno abierto, inclusivo y muy representativo (…) y reprima decididamente a cualquier tipo de fuerza terrorista», subrayó Wang.
Una delegación talibana de alto nivel se reunió el mes pasado en Tianjin con el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, prometiendo que el territorio de Afganistán no será utilizado como base «terrorista».