Después de meses de intensa sequía, una poderosa tormenta llamada «ciclón bomba» golpea desde la noche del domingo el norte de California, Estados Unidos, causando inundaciones y deslaves.
Sacramento, capital del estado, registró una histórica lluvia récord de 13,8 centímetros de precipitaciones en 24 horas, rompiendo la última marca de 13,4 de 1880, informó este lunes el servicio de meteorología de la ciudad.
En la bahía de San Francisco, la intensa lluvia que cayó durante toda la madrugada también estuvo acompañada de fuertes vientos de más de 80 kilómetros por hora, informaron las autoridades.
En Ross, pequeña ciudad al norte del estado, equipos de rescate se esforzaban para retirar los masivos escombros de árboles derribados por los vientos.
En la cercana San Rafael, las calles amanecieron completamente inundadas, con el agua sobrepasando la altura de los neumáticos de los vehículos, mientras que más al sur, en Marin City, equipos trabajaban para reconducir el agua hacia los drenajes.
Desde el inicio de las tormentas la noche del domingo, casi 400.000 personas se quedaron sin electricidad debido al impacto de los fuertes vientos, reportó en un comunicado la compañía proveedora PG&E.
Caltrans, autoridad que controla el tránsito en el estado, precisó que están atendiendo decenas de incidentes en las carreteras y alertó la noche del domingo a las personas a permanecer en casa. «Las tormentas van a continuar», advirtió en Twitter la agencia californiana, al tiempo que difundió imágenes de deslaves de varias áreas de la región norte.
Las precipitaciones llegan justo cuando la región batallaba para contener los incendios forestales de las cada vez más largas y calientes temporadas de fuego en el estado.
Departamentos de bomberos y otras autoridades regionales difundieron imágenes de enormes inundaciones, y advirtieron que se deben registrar intensos ríos de escombros en las áreas que fueron arrasadas por los incendios forestales en las últimas semanas.
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Un «ciclón bomba» se forma cuando la presión del aire cae de forma abrupta, a medida que la tormenta cobra fuerza. El fenómeno absorbió humedad del Pacífico y creó un «río atmosférico», una nube de vapor que puede desatar fuertes precipitaciones y nieve, de acuerdo con el meteorólogo de AccuWeather, Jon Porter.
La poderosa tormenta continuó avanzando en el estado la mañana de este lunes, con varias ciudades registrando persistentes lluvias. En Los Ángeles, las precipitaciones fueron consistentes durante la madrugada y la mañana, y arreciaron hacia el mediodía.
Más al norte, en Canadá, también se registraron fuertes lluvias y poderosos vientos de hasta 90 kilómetros por hora, derrumbando árboles, destruyendo instalaciones eléctricas y dejando a más de 13.000 hogares sin servicio la mañana de este lunes, de acuerdo con la proveedora BC Hydro.
A pesar de las drásticas condiciones, por ahora no se han registrado muertos.
AFP