El ejército colombiano anunció este viernes el hallazgo de cinco cuerpos de presuntos combatientes de dos facciones guerrilleras disidentes de las FARC que se enfrentan desde hace dos semanas en Nariño, en la frontera entre Colombia y Ecuador.
Los cadáveres fueron encontrados en cuatro fosas y una quebrada del municipio Olaya Herrera, indicó la institución castrense en un comunicado.
Se trataría de combatientes del Bloque Occidental Alfonso Cano, quienes «posiblemente habrían muerto producto de las confrontaciones armadas» contra miembros de la Columna Móvil Franco Benavides.
Ambos grupos son considerados disidentes por apartarse del acuerdo de paz firmado en 2016 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que desarmó a unos 13.000 guerrilleros bajo supervisión de la ONU.
Desde el 18 de marzo, los grupos armados se disputan en Nariño más de 36.000 hectáreas de hoja de coca y rentas de la extorsión, precisó a la AFP el servicio de prensa del ejército.
Uno de esos enfrentamientos quedó grabado en un video que circuló en medios de comunicación, donde se ven hombres vestidos con prendas militares y brazaletes rojos disparando armas de largo alcance, resguardados detrás de una cancha de fútbol.
También se observa a un hombre que grita «¡Esta es la Segunda Marquetalia!», en referencia al grupo comandando por el exnúmero dos de las FARC, Iván Márquez, quien retomó las armas en agosto de 2019, alegando incumplimientos del Estado al pacto de paz.
El conflicto en la región provocó el desplazamiento de 3.092 personas este año, según la gobernación de Nariño.
Además de las disidencias, también tienen presencia en el departamento la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Clan del Golfo, banda narco heredera del paramilitarismo, así como grupos más pequeños.
Sin mando común, las disidencias suman unos 2.500 miembros, según inteligencia militar.
Aunque el desarme de los paramilitares (2006) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, 2017) redujo la intensidad del conflicto, Colombia está abocada a un nuevo ciclo de violencia por cuenta de las organizaciones que se financian del narcotráfico.
En casi seis décadas de lucha interna se han reportado nueve millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados, siendo estos últimos los que componen la mayor población afectada.
Fuente AFP