Tras la entrada en vigor de una tregua por seis meses, el gobierno de Colombia y la guerrilla del ELN iniciaron en Caracas el cuarto ciclo de sus negociaciones de paz, con el objetivo de acordar «alivio humanitario» para las zonas más golpeadas por el conflicto.
En el ciclo previo, celebrado en La Habana en junio, las partes pactaron un cese al fuego bilateral por seis meses, con verificación de la ONU, que entró en vigor el pasado 3 de agosto. Ese mismo día el presidente de Colombia, Gustavo Petro, sostuvo un inédito encuentro en Bogotá con los jefes negociadores del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Ahora, las delegaciones tendrán conversaciones hasta el 4 de septiembre en Caracas.
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«Nosotros queremos proponerle a la otra delegación que avancemos para que este ciclo sea el ciclo de la gente, la gente que vive en los territorios más afectados por el abandono y la violencia», dijo Otty Patiño, representante del gobierno colombiano en la mesa de paz.
Nuestra corresponsal Yasmin Velasco, detalló que mientras se llevan a cabo las reuniones en la capital venezolana, el ELN y las disidencias de las FARC son señalados de seguir cometiendo una serie de atropellos contra la comunidad.
Entre ellos, el asesinato de cuatro funcionarios policiales en el Bajo Cauca, por lo que hay 200 funcionarios policiales y militares desplegados en la zona para resguardar la seguridad de la ciudadanía.
Además, en el marco de estas negociaciones, hay un revuelo por el plan de atentado contra el fiscal general de Colombia, Fernando Barbosa, la senadora María Fernanda Caval y el excomandante del Ejército Eduardo Zapateiro.
Con información de AFP