En una aparición en el Madison Square Garden este domingo, el comediante Tony Hinchcliffe, conocido por su programa de podcast “Kill Tony”, provocó controversia al referirse a Puerto Rico como una “isla flotante de basura.” La broma, que arrancó risas de algunos asistentes, fue rápidamente criticada por figuras políticas y celebridades, sumando tensión en un contexto ya polarizado.
El comentario fue aprovechado por la campaña de la vicepresidenta Kamala Harris, que compartió un fragmento del video en la plataforma X. En el mismo día, Harris visitó un restaurante puertorriqueño en Filadelfia, donde abordó temas clave para Puerto Rico y subrayó sus políticas de desarrollo económico para la isla, un gesto que resonó con los 500,000 puertorriqueños residentes en Pensilvania, un estado clave en la elección.
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Bad Bunny, el artista de reguetón más popular a nivel mundial, también se unió a la conversación. Publicó en su cuenta de Instagram el video de Harris hablando sobre su plan para Puerto Rico, alcanzando a sus 45 millones de seguidores. La reacción del público puertorriqueño y de sus simpatizantes no se hizo esperar, mostrando su descontento con las palabras de Hinchcliffe.
Desde la campaña de Trump, la portavoz Danielle Alvarez declaró que el comentario de Hinchcliffe “no refleja las opiniones del presidente Trump ni de la campaña.” Sin embargo, figuras del Partido Republicano, como Ángel Cintrón, presidente del Partido Republicano en Puerto Rico, y el senador Rick Scott de Florida, se distanciaron de la broma, calificándola como “desgraciada, ignorante y repudiable.”
La polémica surge en un momento en que Donald Trump ha intensificado su retórica sobre la inmigración ilegal, utilizando términos como “basurero” para describir la situación en Estados Unidos y atacando a los inmigrantes indocumentados.